Una nueva etapa está a punto de comenzar en el PP balear. Este miércoles la Junta Directiva Insular oficiará lo que dentro del partido ya se conoce como «el entierro de la sardina». Es decir, la derrota de Álvaro Gijón, hijo predilecto de José María Rodríguez, como numero uno al Congreso por Balears. Será, a su vez, la primera gran victoria interna de Mateu Isern, que será «a todas luces, el ganador, gracias al voto masivo de la Part Forana y a mucha gente de Palma».
También habrá dos vencedores en la sombra: Biel Company, que aspira a ser el presidente del PP el año que viene, y Tito Fiol, que pugna por el control del partido en Palma. Atención a estos dos personajes com la mirada puesta en el 2019. La cosa está muy verde aún, pero ya han sembrado para recoger en su día. Company comienza a tener perfilados los números para ser el candidato del PP a la Presidència el Govern en las próximas y aún muy lejanas elecciones. Lo mismo puede decirse de Fiol de cara a la alcaldía de Palma. Si juega tan fuerte ahora es porque al exteniente de alcalde se le abren poco a poco las puertas para intentar el asalto a Cort como cabeza de lista.
Pero esta semana no es la hora ni de Company ni de Fiol. Es la hora de «la reparación moral que se merece Mateu Isern» después del pacto de la vergüenza Bauzá-Rodríguez que lo descabalgó de Cort de manera «humillante e indigna. Uno es líder cuando los otros le llaman líder. Y la rabia de Rodríguez por el asunto del casino frustrado y los celos de Bauzá determinaron la santificación de Isern, que se va a Madrid en olor a incienso y sobre el carro flamígero de sus partidarios».
El asunto punzante es el número cuatro (el dos y el tres son para Eivissa y Menorca). La lógica dice que Álvaro Gijón, si sale segundo clasificado en la votación de los 160 miembros de la Junta, será el cuatro. Pero pueden haber protestas regionalistas ya que uno y cuatro serían palmesanos. La decisión final la tiene el comité electoral del partido, contando siempre con la bendición de Madrid. De todas maneras «el cuatro no es garantía de nada, ya que como mucho esta vez el PP obtendrá tres diputados. Los tiempos de la abundancia se han acabado». De todos modos, los 'rodriguistas' han dado moral a Álvaro este fin de semana diciéndole: «Esto no ha acabado ni mucho menos. La verdadera batalla está en los congresos y tú haces falta aquí», sobre todo si José María Rodríguez (un auténtico Matusalén de la política) se jubila algún día y Gijón pasa a ser su heredero.
Otra posibilidad es que la número cuatro sea la calvinera Mariona Ares. Sin embargo, su pasado de personaje leal a José Ramón Bauzá quema ahora más que un cacho de carne en una brasa. «Bauzá se ha esfumado, ha desaparecido absolutamente. Ya es memoria histórica, y de la mala».
Otro grupo a tener en cuenta es Hablan las Bases, encabezado por Antoni Deudero y Concha Villamil, que reclama renovación pero no se ha puesto del lado de Isern. De hecho han recibido las críticas de destacados militantes 'isernistas' como es Aina Aguiló, que considera que este grupo trabaja calladamente en favor de Álvaro Gijón. Sin embargo, el entorno de Deudero y Villamil lo niega y apuesta por «una transformación a fondo del PP de abajo a arriba».
El Senado
Para el Senado hay tres candidatos de peso. El pesado Miquel Ramis, «que saldrá elegido porque se pega como una lapa a todo bicho viviente pidiendo que le voten a él y va a conseguir ser candidato porque la gente necesita tranquilidad y que no la atosiguen. Ganará por plasta y porque no tiene enemigos serios». El otro puesto ya no está tan claro. Aspiran a obtenerlo Antònia Fornari, persona de la máxima confianza de Mateu Isern, y Cati Soler. Con esta candidata hay mucho debate. Es felanitxera y cuenta con apoyos regionalistas, «pero en realidad es un submarino de José María Rodríguez que intenta debilitar a Isern cerrando el paso a Fornari. Si los regionalistas de la Part Forana lo ven, no logrará nada. Pero si no lo ven conseguirá colarse», afirman fuentes 'isernistas'.
Así está la correlación de fuerzas de cara al miércoles. En teoría es una reunión de la Junta Directiva Insular para designar candidatos. En realidad está en juego el futuro del PP Balear tal y como lo hemos conocido hasta ahora,