El Consell de Mallorca ha anunciado este miércoles que ha revocado de manera definitiva la importación de residuos con «lo que se evita la llegada a la isla de un total de 120.000 toneladas» y por lo que «a partir del 30 de noviembre», momento en que se formalice el proceso, la Isla «dejará de ser el basurero de Europa».
Así lo ha asegurado la consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, en una rueda de prensa en la que ha concretado que esto «no supondrá pagar ninguna indemnización» ni provocará «la subida de tasas en 2016».
De esta manera, la consellera ha precisado que la revocación definitiva de la importación de residuos de fuera de Baleares se llevará al pleno ordinario del 12 de noviembre.
Según ha dicho, la revocación irá acompañada de «un informe jurídico, que avala esta decisión», un informe económico, que explicita que la administración insular «no deberá pagar ninguna indemnización» y uno técnico que hace referencia «a la situación de las toneladas de residuos que quedaban pendientes de llegar».
Espeja ha comentado que hasta el 30 de noviembre «quedan cuatro barcos por llegar pero se detendrán un total de 35» que son los que hubieran llevado estas 120.000 toneladas.
De las 50.000 toneladas que debían llegar de Giugliano y Tufino e Irlanda se evitará la entrada de más de 20.000 toneladas. Además, se impedirá la llegada de 100.000 toneladas de Roma. Esta operación ya estaba autorizada por el Consell pero faltaba que el Govern acabase los trámites de autorización.
La responsable insular ha hecho hincapié en que «el proceso se ha llevado a cabo como toca» y ya tienen la palabra del Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca (Tirme) y del resto de empresas de que «no pedirán indemnizaciones».
Respecto a Menorca e Ibiza, Espeja ha recordado que «cada consell gestiona sus residuos» pero que si quieren «ayuda» se les dará. «Ni el Consell de Mallorca ni el de Menorca ni el de Ibiza creen que la línea de gestión de residuos deba ser la incineración», ha dicho.