En la actualidad residen en Mallorca 42 sirios. De ellos, 22 están empadronados en Palma y el resto en Sa Pobla, Manacor y Calvià. En Sa Pobla trabaja Mustafa, un médico pediatra sirio; otros se dedican, de modo especial, a bares y restaurantes de la comida propia de su país. Este es el caso de Issam Almasri que tiene un bar-restaurante en la zona de Son Gotleu, y también una fábrica de pizzas kebab, bollería y pan sirio, productos originales de Oriente Próximo que sirve por toda Mallorca.
Issam llegó a España hace 30 años, vino para estudiar en Barcelona. Por una serie de circunstancias llegó a Mallorca y aquí tiene sus negocios. Hace quince años que regresó a Siria para ver a sus padres y allí encontró a Maissoun Alhalabi y se casaron. Ambos viven en Palma y tienen tres hijos.
Recuerdo
En el bar propiedad de estos sirios se encuentra una foto del pequeño Aylan, el niño que encontraron muerto en una playa de Turquía, foto que ha conmovido al mundo. «Pero hay otras muchas fotos y hechos, desconocidos por todos y que son pruebas del gran drama que vive nuestro país», dicen.
«Mi padre –dice Maissoun- vive en Damasco en una zona aparentemente tranquila, pero nadie sabe cuándo estallará la próxima bomba. Hemos intentado que tanto mi padre, como mis hermanos, vinieran a vivir con nosotros en Mallorca, hemos enviado visados, pero nadie nos hace caso».
La mujer comenta mientras enseña fotos del Facebook: «Anteayer mi primo Aylan, de 30 años, encontró la muerte al ir a rezar a la mezquita. Aquí tengo sus últimas fotos. Era un buen chico. Tenía mucho ilusión por venir a España, pero ya no está». No es el único drama que puede contar.
Sobre el conflicto, el matrimonio opina «que tiene muy difícil solución. Llevamos más de cuatro años en guerra. Quizás lo mejor es que el actual gobierno saliera del país, y haya un consenso para formar otro gobierno, pero por el momento esto es impensable. La guerra continuará».