Los vecinos de Palma pagan 20 millones de euros cada año en concepto de canon de agua, que no se traducen en una mejora de las infraestructuras necesarias para el mantenimiento, y la solución a los serios problemas de la red y del sistema de depuración que padece la ciudad.
Este es uno de los asuntos que se ha abordado durante un encuentro que han mantenido representantes de Emaya, liderados por su presidenta, Neus Truyol, con el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, y la directora general de Recursos Hídricos, Joana Garaum, explica en una nota de prensa la empresa municipal.
Los responsables de Emaya han expuesto a los de la Consellería las carencias en las infraestructuras de depuración, conducción y separación de aguas residuales y pluviales que sufre Palma. Estas deficiencias son la causa entre otros problemas de los vertidos que sufren las playas de la ciudad cuando se producen episodios de lluvias intensas.
Palma arrastra un déficit de inversiones en infraestructuras hidráulicas. Durante los últimos cuatro años el Govern no financió ninguno de los proyectos presentados por Emaya, destaca la nota.
«Se trata de un primer contacto para estudiar los proyectos más urgentes para resolver las deficiencias de Palma, estudiar las inversiones necesarias y su financiación», ha señalado Truyol tras la reunión.