El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, ha reconocido en la primera sesión plenaria del nuevo curso parlamentario que él ya comentó en su momento que «el nombramiento de Juli Fuster», como director general del Servei de Salut (IbSalut) por parte de su mujer, la consellera de Salut, Patricia Gómez, podía ser criticado, pero «su preparación le avala» y descarta que «responda a un caso de nepotismo».
Barceló ha respondido así a la pregunta del diputado del Grupo Parlamentario Popular, Antonio Gómez, que ha censurado que cuando el exconseller de Turismo, Carlos Delgado, contrató a la que era su pareja, que también estaba altamente preparada, desde Més y PSIB se criticó y pidieron la dimisión del dirigente 'popular', pero ahora defienden el nombramiento por parte de la consellera de Salut.
«Anécdota»
Por su parte, la presidenta Francina Armengol ha pedido a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Marga Prohens, que «no se quede con la anécdota» del nombramiento de Juli Fuster, y que trabaje por «el bien de la Comunidad» junto al nuevo Ejecutivo.
En su última respuesta del turno de preguntas del debate plenario, Armengol le ha explicado a la 'popular' que los criterios para elegir a sus cargos han sido los de «voluntad de cambio en forma y fondo, capacidad profesional y personal, honestidad, vocación de servicio público, servir a todos los ciudadanos, voluntad de cumplir acuerdos de cambio y querer a Balears y defenderla».
Prohens, en cambio, ha censurado que «ha tenido que hacer malabarismos para encontrar personas» para el Govern y que el «cambio que se ha producido es que lo que antes servía para pedir dimisiones, ahora sirve para justificar nombramientos». «Las personas y las familias que le preocupan son las suyas», ha reprochado.