«Quién crea que Bauzá está políticamente finiquitado se equivoca. Y mucho. Se está moviendo con la mirada puesta en el congreso del año que viene», comentan veteranos militantes del PP que observan con detenimiento los movimientos de sus partidarios, los Aina Aguiló, Sebastià Barceló, Antoni Deudero, Jaime Martínez y...el propio Carlos Delgado. «Se están rearmando y están dando la batalla ideológica a los regionalistas. Se sienten fuertes porque tienen a Bauzá detrás».
El pasado agosto saltaron todas las alarmas en algunos círculos populares al leer los dardos que lanzaba en la Red la ex diputada Aina Aguiló al alcalde de Campos, Sebastià Sagreras, destacado dirigente regionalista y uno de los grandes artífices de las revueltas contra Bauzá iniciadas el pasado junio y que al final determinaron su renuncia a la presidencia del partido a regañadientes y con la condición de que le nombrasen senador. «Aina no pegaría estos mordiscos sin sentirse respaldada. Es inteligente. No se tira a la piscina de manera inconsciente», dicen en el PP.
Es a raíz de esta carga, ligera pero contundente, que en el PP han comenzado a atarse cabos. «El gran introductor del twitter como arma política dentro del PP es José Ramón Bauzá», dicen estas fuentes. De hecho poco después de haber sido nombrado president en 2011 le dijo a su Grupo Parlamentario que el twitter era un gran instrumento de transmisión de ideas, novedades y consignas e incluso organizó cursillos para que todos sus parlamentarios aprendiesen a manejarse en la Red. Les hizo creer que este estrategia les haría ganar «diez mil votos más». Ahora que Aina se está lanzando al ruedo, nadie duda de quién es su maestro, afirman estas fuentes.
El ala dura y madrileñista del PP ha tenido un peso importante en varios congresos del PP. Hace siete años obtuvo un 30% de apoyos con Carlos Delgado al mando y cuando la presidenta era Rosa Estaràs. Delgado, «más chulo que un ocho», incluso le plantó cara al mismísimo Mariano Rajoy. En 2010 Delgado fue nuevamente derrotado, en este caso por Bauzá, que se presentó al frente de los regionalistas. «Pero una vez que el boticario pisó el Consolat todo cambió. Asumió las ideas del ala dura, sobre todo en materia lingüística y educativa, e impulsó el giro ideológico dentro del partido que le costó una dolorosa derrota electoral».
Sin embargo, un Bauzá que en Madrid tiene ahora manga ancha y tiempo de sobra para echar pestes contra los regionalistas, y que conecta con la visión madrileñista de España que tienen sus líderes, «seguro que está intentando desprestigiar a los regionalistas, al propio Miquel Vidal, y seguro que busca recobrar apoyos en Génova de cara al congreso de 2016».
Sin embargo, el ala regionalista no duda de que mantiene la línea política acertada. «La catástrofe del 24-M no puede volver a repetirse. Jamás habíamos caído electoralmente tan bajo». Además, recuerdan que Delgado tuvo un 30% porque recogía mucho voto de descontentos. Ahora es diferente, el malestar proviene de todos aquellos que se sintieron despreciados por Bauzá. «En las actuales circunstancias, el ala dura-madrileñista no obtendría más allá del 15% de apoyos».
De todas formas, cada vez se ve más claro dentro del PP-Balear que Bauzá está jugando a Cid Campeador. Mantiene a sus leales cohesionados y los rearma. La prueba del algodón son los disparos en la Red de la aparentemente francotiradora Aina Aguiló.