Aquella Plataforma Cívica que adquirió una notable fuerza a principios de los años 90 propiciada por Gabriel Cañellas y a la que se sumaron gran número de entidades en defensa de un mayor autogobierno y una mejor financiación para Balears podría ser retomada en la actualidad ante «el evidente desprecio» mostrado por el Gobierno Rajoy hacia las Balears, «comunidad que paga mucho más de lo que recibe». Este hecho incluso se reconoce en los números que hace el Ministerio de Hacienda, que omiten que el grueso de las grandes empresas que operan en el Archipiélago tributan en Madrid, «situación que maquilla, pero no destruye, la realidad de unas Islas que padecen un evidente mal trato e incluso desprecio por parte del poder central ». Balears da mucho más de lo que recibe desde hace medio siglo.
Dentro de las filas socialistas se está debatiendo estos días «la mejor fórmula» para construir esta «piña». Caben todos los partidos que quieran sumarse, patronales, centrales sindicales, entidades culturales y sociales y los grupos dispuestos a unirse ante la «cicatería» del ministro Montoro. Incluso el PP Balear, que vive tiempos de resurrección regionalista, ideológicamente tan próxima a aquel combativo cañellismo, tienen cabida es esta iniciativa, de momento embrionaria y en fase teórica de elaboración. Hace 25 años, incluso el obispo Teodor Úbeda se sumó al alguno de los actos de la Plataforma.
Se acercan elecciones generales «un buen momento para dar el paso al frente y demostrarle a Madrid que somos una sociedad cohesionada y dispuesta a defender sus derechos y lo que es suyo. Balears está harta de padecer asfixia con la financiación. Así es imposible ser motor de nada». Cerca de los comicios, «es muy probable que Rajoy se avenga a razones y no se arriesgue a perder muchos miles de votos».
Lo que no quiere el PSIB «son radicalismos. No es el momento de tensar demasiado cuerda. Es importante avanzar hacia un Estado federal, mostrar firmeza, pero no caer en extremismos», señala un dirigente socialista. Y es que entre algunos grupos nacionalistas ya se habla de impulsar una gran manifestación el próximo 27 de septiembre en demanda de una financiación justa. Esta marcha se celebraría también en conmemoración del segundo aniversario de la gran concentración contra el TIL y en defensa de la lengua propia que se celebró el 29 de septiembre del 2013. Pero a nadie se le escapa que el 27-S Catalunya lleva a cabo unas elecciones de enorme trascencencia de cara a su futuro. Que Balears se movilizase este día tras el lema «Madrid nos roba» no sería bien visto por los socialistas ni por otras organizaciones. Se da por seguro que Pedro Sánchez se enfadaría mucho con Francina Armengol si diese el «sus» a esta marcha popular en fecha tan señalada como vidriosa.
Los socialistas y su postura federalista se encuentran en la actualidad «entre la espada y la pared» en el Principado. «No es el momento de echar más leña al fuego desde esta perspectiva». Otra cosa sería la constitución de la Plataforma para que comenzase sus actos reivindicativos y de apoyo al Govern a partir de octubre, siempre centrada en materia de financiación «sin entrar en otros derroteros. Con una estrategia no muy diferente de la que hacía Cañellas, aunque adaptada a los nuevos tiempos».
Este mes de agosto será tiempo de reuniones y de esbozar líneas de actuación. Lo seguro es que el Govern Armengol «no se quedará con los brazos cruzados ante tanta discriminación como padecen las Balears».