Hay «pique» dentro del PSM con Biel Barceló, su secretario general y flamante vicepresidente del Govern y responsable de Turisme. No es un «mosqueo» generalizado, «ni mucho menos», pero afecta a militantes de localidades como Capdepera, Vilafranca y Muro, entre otras. El «pique» no proviene los grandes núcleos de Mallorca, ni tampoco de los más pequeños o próximos a Palma. Pero son agrupaciones pesemeras medianas a tener en cuenta porque encarnan a la Mallorca más recia y defensora de los valores propios desde la fundación de este partido hace ya casi cuarenta años.
Algunos militantes se lo hicieron saber a Barceló en el cónclave de Més celebrado en Santa Maria el pasado jueves. No ha gustado, en estos sectores, el nombramiento de tres directores generales «ajenos por completo» a la ideología del PSM. «Nunca han sido siquiera simpatizantes conocidos», dicen. Estos grupos enfadados apuntan a personas como Félix Pablo o Pilar Carbonell. También criticaron el «fugaz» nombramiento de Irene Moyà, esposa del exalcalde Simonet de Alaró y miembro crítico PP. Barceló se defendió. Personas próximas a él aseguran que «no puede decirse de ninguna forma que el PSM haya sido apartado de la Conselleria de Turisme cuando su propio secretario general es el conseller-vicepresident. Además, en la secretaría técnica hay miembros del PSM».
Barceló dejó claro a sus compañeros que ha nombrado directores generales independientes porque «se trata de una Conselleria muy técnica y hacen falta personas que demuestren un profundo conocimiento del sector». Para Turisme, Barceló, que también es el portavoz de Més, «no ha tenido el mismo criterio que para Medi Ambient, donde sí se ha dado acomodo a muchos más cuadros del partido ya que se trata de un departamento que casa mejor con la formación y principios de muchos pesemeros».
De hecho, Més ha pedido estas últimas semanas currículums a militantes y simpatizantes de personas que quisiesen aspirar a cargo público. Se comenta que se presentaron unos 500. Pero finalmente, sobre todo para Turisme, «ha primado el criterio técnico». También «el dominio de idiomas es clave en este departamento». Tanto es así que Barceló ha contratado a una periodista alemana, decisión que ha sido muy bien vista en sectores hoteleros, que han aplaudido esta decisión.
Por contra, en pueblos de la Part Forana donde el PSM es fuerte, prima el amor a la lengua catalana y a una Mallorca que no pierda sus valores y personalidad, «razón de ser del partido».
En el horizonte del debate interno, por ahora oficioso, se encuentra «la potencia» que adquirirá la Conselleria cuando entre en vigor la ecotasa, un «pastel de bodas» que podría alcanzar los cien millones de euros anuales de recaudación. Todo este dineral se reinvertirá en proyectos medioambientales o de preservación y embellecimiento de Balears. Aún tiene que ponerse en marcha la normativa que definirá exactamente el destino del dineral, pero todo apunta que el cepillo puede empezar a funcionar a todo pistón en enero del 2017. Los sectores «molestos» comentan, todavía por lo bajini, que «estas grandes inversiones deberían hacerse conforme a la ideología preservacionista del PSM y no atendiendo sólo a criterios técnicos de personas alejadas del partido. ¿Qué quiere decir técnico cuando se trata del futuro de Mallorca y de Balears?». Eso dicen. Mientras, otra parte del PSM, muy fuerte, apoya abiertamente a Barceló.