«El odio te encadena al dolor, ¿te imaginas estar encadenada al asesino de mi hijo?». La frase es de Montse Lezáun, la madre de Diego Salvá, el guardia civil asesinado por ETA, junto con Carlos Sáenz de Tejada el 30 de julio de 2009 en Palmanova mediante la explosión de una bomba lapa.
El testimonio de Lezáun figura en el documental Relatos de plomo, que recoge el testimonio de víctimas navarras de la banda terrorista ETA. Las reflexiones de la madre de Diego Salvá resultan estremecedoras ya que ponen de manifiesto su entereza ante su dramático asesinato, del cual señala que «el perdón es posible, pero no es fácil. Tienes que perdonar cada día».
Tras relatar cómo se enteró del asesinato de Diego, el primer día de su reincorporación al trabajo tras recuperarse de un accidente de tráfico, Montse Lezaun recordó que «sólo pensaba que no le volvería a ver», añadiendo a continuación que «Palma se volcó en nosotros, y no sólo los políticos. También los ciudadanos», añadiendo a continuación que «no me puede imaginar lo que debía ser no poder compartir el dolor. Esta es la gran diferencia con las últimas víctimas de ETA».
«Clamo a la justicia para que detengan a los asesinos de Diego, pero tampoco vivo para que lo hagan», señala Montse Lezáun, la cual añade que «desde aquel día la vida sigue diferente, pero sigue. Me debo a mis hijos y a los asesinos no los quiero como dirigentes de la vida de mis seis hijos».