Estamos a 15 de julio y sigue de presidente. Bauzá anunció a bombo y platillo hace varias semanas que hoy, como máximo, estaría resuelto el asunto de la sucesión y se iría a Madrid desligado de toda responsabilidad en el PP Balear. Ha sido mentira. «Bauzá sólo se irá cuando deje a alguien de su estricta confianza pactado con José María Rodríguez». Pero pasa el tiempo y no lo consigue. «Está exponiendo al partido a una auténtica revuelta». En Madrid están boquiabiertos. Jamás le creyeron capaz de tanto«juego sucio y marrullero».
La cúpula marginó a Bauzá de la conferencia política mientras convertía al secretario general, Miquel Vidal, en ponente. Era la definitiva sentencia, pero Bauzá se aferra al poder interno como un clavo ardiendo. Olvida que Vidal es el nuevo hombre fuerte con potestades para pegar un golpe sobre la mesa y un contundente grito: « ¡Vete ya y desatasca el barco!». Pero de momento no lo ha hecho porque intenta evitar un imparable deterioro interno. Es más: Bauzá no sólo sigue de presidente del PP-Balear, sino que «¡mantiene la presidencia del partido en Marratxí!» cuando hace «más de ¡cuatro años!» que dejó de ser alcalde. El nuevo senador ha entrado en fase de surrealismo político. Poco a poco va moviendo a la comicidad.
Chuladas en Madrid
Encima, dentro del PP se comenta que Bauzá quiere debutar en el Senado «por la puerta grande». No se conforma con ser un simple senador. Ha exigido una presidencia de Comisión, algo que considera «lo mínimo» conforme a su supuesto rango. En Madrid le han respondido que todas las presidencias de Comisión «ya están ocupadas excepto la de Cultura». Bauzá ha fruncido el ceño. Es bien sabido que la cultura no es lo suyo y que este nombramiento provocaría hilaridad en Balears después del follón constante que ha sido su Conselleria de Educació y Cultura cuando era el president.
Sin embargo, en el PP Balear se da por seguro que «moverá hilos para que le den otra presidencia de Comisión apartando a senador raso a algún compañero. En Madrid ya se están hartando de él». Como se sabe, los presidentes de Comisión están mucho mejor pagados (que ya de por sí tienen un jugoso sueldo). Esta obsesión por ascender ipso facto en la Cámara Alta se interpreta en Palma como «una prueba más de que anda mal de dinero y busca todos los resquicios posibles para tener más ingresos». Hay muchos rumores en este sentido, que se ligan a su obcecación y resistencia numantina a no querer abandonar el puesto de presidente del PP-Balear.
Para oxigenar la situación, a partir de hoy, día 15, no se descarta un puñetazo sobre la mesa de la cúpula de la calle Génova para echarlo definitivamente de su despacho de Palau Reial. Posteriormente se realizaría una reunión seria y en el momento apropiado de la Junta Directiva Regional que eligiría al nuevo presidente interino hasta el congreso del año que viene. Mientras, durante los días de interregno, Vidal llevaría las riendas del partido.
Pero no hay manera de descabalgar a Bauzá. Se resiste como gato panza arriba mientras reclama ascensos quiméricos en Madrid. Y hoy es día 15, el día de la vergüenza. Los teléfonos echan humo en dirección a la calle Génova. O Madrid lo descabalga o puede haber un 2 de Mayo.