El próximo verano, que llegará el 21 de junio a las 18.38 horas, será más caluroso de lo normal y con precipitaciones en torno a los niveles habituales para esta estación, en Balears y en el conjunto de la Península, mientras que en Canarias, no se apreciarán diferencias significativas respecto al periodo de referencia 1981-2010.
Así lo ha explicado el jefe de Climatología de la Agencia Estatal de la Meteorología (AEMET), Antonio Mestre, que ha apuntado que se espera una «tendencia moderada» de que las temperaturas del trimestre julio-septiembre se sitúen por encima de lo normal, aproximadamente 1 grado más.
Además, en la rueda de prensa estacional, la portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha señalado que «hay una mayor probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a la media del periodo de referencia» en toda España menos en Canarias, donde parece que será normal, después de la cuarta primavera más cálida y la octava más seca desde 1961.
En todo caso, el jefe de predicción de la agencia, Angel Alcázar, ha pronosticado que el periodo estival comenzará el domingo con inestabilidad, con nubosidad abundante y con tormentas que afectarán principalmente al interior y a los sistemas montañosos de la mitad norte, aunque no serán severas. El lunes, la inestabilidad se extenderá al nordeste y los sistemas Ibérico, Central y a partir del martes las tormentas se producirán de forma más generalizada y sobre todo en la mitad norte, interior de la Península y sistemas montañosos.
De aquí hasta el domingo, ha indicado que la situación, «compleja desde el punto de vista de la predicción» parte de un momento actual de estabilidad y flujo de norte, con algunas precipitaciones en el Cantábrico oriental y Pirineos y que las temperaturas no van a cambiar «mucho», aunque subirán en Madrid, Andalucía y Levante, donde superarán los 30 grados centígrados pero sin llegar a niveles de aviso y con valores normales en el resto. El último día de la primavera tendrá estabilidad con cielos despejados.
En lo que respecta a las precipitaciones estivales, no se han apreciado variaciones importantes para ninguna zona de España en los meses de julio, agosto y septiembre respecto a la climatología del periodo de referencia 1981-2010.
Primavera calurosa
Durante la rueda de prensa, Casals ha destacado que esta primavera ha sido la cuarta más cálida desde que hay registros en 1961, por detrás de los años 1997, 2006 y 2011 y la octava más seca, en parte por el mes de mayo, que ha sido «extraordinariamente seco».
La temperatura media del periodo marzo-mayo ha sido 15,1 grados centígrados, un valor que se sitúa 1,5 grados centígrados por encima del normal de acuerdo con el periodo de referencia 1981-2010.
El trimestre tuvo un carácter cálido en Balears y Canarias y «muy cálido» en el resto del país. En concreto, ha sido «extremadamente cálida» en distintas áreas de Madrid, Cataluña y este de Andalucía.
En general, las medias han estado entre 1 y 2 grados por encima de lo normal, aunque la anomalía ha superado en 2 grados centígrados la anomalía cálida en puntos del interior de la mitad sur peninsular y en al zona de Pirineos. De hecho, solamente en el Cantábrico y ambos archipiélagos, las temperaturas quedaron menos de 1 grado centígrado sobre la media.
Asimismo, la anomalía de temperatura fue aumentado con el transcurrir de la primavera, ya que en marzo, fue inferior a 1 grado centígrado, frente a mayo, donde la anomalía térmica positiva superó «ampliamente» los 3 grados centígrados en Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura e interior de Andalucía.
De hecho, mayo de 2015 se ha situado como el segundo más cálido de toda la serie histórica, ya que ha finalizado con un carácter «extremadamente cálido» en toda la mitad sur del país y muy cálido en el resto, excepto en las regiones cantábricas, donde fue cálido.
En concreto, los meteorólogos han destacado el episodio de altas temperaturas «extraordinario» que tuvo lugar los días 13 y 14 del mes y que afectó «muy especialmente a Valencia y Canarias. «Los valores máximos de temperatura alcanzados superaron muy ampliamente los anteriores registros máximos de mayo y del conjunto ddel trimestre de primavera en numerosas estaciones e inclouso, en algunos puntos se acercaron a los máximos absolutos anuales.
Ese es el caso de Lanzarote aeropuerto, donde el día 13 de mayo se llegó a 42,6ºC, y al día siguiente en Valencia. Ambos valores superan en más de 6ºC los anteriores récords para el mes de mayo y casi 20ºC más que los valores medios correspondientes a estas fechas. La de Valencia, estuvo «muy cerca» del récord máximo absoluto, de julio de 1986.
Mientras, el mes de marzo tuvo carácter algo más frío de lo normal en las regiones cantábricas, parte de Andalucía y en Canarias, mientras que tuvo un carácter cálido en el tercio oriental y en la zona centro. Por su parte, abril resultó «muy cálido» en la mayor parte de España e incluso «extremadamente cálido».
En cuanto a las mínimas del trimestre, se produjeron en marzo, entre los días 5 y 8 y los días 16 y 18. La mínima se alcanzó en el Puerto de Navacerrada el día cinco del mes, cuando el mercurio bajó hasta -7,6 grados centígrados, seguido de los -7,1 grados centígrados en Molina de Aragón el 16 de marzo. Mientras, en los meses de abril y mayo «apenas» se produjeron heladas.
Una primavera muy seca
Sobre las precipitaciones de esta primavera que llega a su fin, la portavoz ha indicado que los meses de marzo, abril y mayo han sido muy secos en general, también en este caso debido a que mayo fue «el más seco» desde 1947. Durante la primavera la precipitación media fue de 122 litros por metro cuadrado, un 30 por ciento menos de lo habitual para el trimestre. Por zonas, las lluvias alcanzaron o superaron los niveles normales en áreas de tercio oriental. Donde más acusada fue la escasez de precipitaciones es en Tenerife-sur y en La Coruña.
Por el contrario, se superan los niveles habituales en el tercio este peninsular, desde el extremo sur de Navarra hasta el este de Andalucía. Concretamente, se duplicaron las lluvias en el norte de la provincia de Castellón, frente a la vertiente atlántica, la franja norte peninsular, Baleares y Canarias, donde ha tenido un carácter «especialmente seco».
Por meses, han señalado que marzo resultó «húmedo» en su conjunto con un 25% de precipitaciones por encima de lo normal -extremadamente húmedo en el este y seco en el noroeste-, mientras que abril la precipitación quedó un 32% por debajo de lo normal para esa treintena y mayo tuvo una escasez hídrica «mucho más acusada» aún que en el mes anterior, y de hecho, la precipitación media quedó algo por encima del 25 por ciento de lo normal. La precipitación máxima de la primavera se registró en Castellón de la Plana-Almanzora, con 133,8 litros por metro cuadrado el mes de mayo.
En definitiva, en lo que va de año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2014, hasta el 15 de junio ha llovido en el conjunto de España en torno a 490 litros por metro cuadrado, lo que representa un 10 por ciento menos del valor medio normal (543 litros por metro cuadrado).
Finalmente, por ámbito geográfico, superan los valores normales en una amplia zona del tercio norte peninsular desde el oeste de Asturias hasta el sureste de Aragón, el interior y zona norte de la Comunidad Valenciana, este de Castilla-La Mancha y en el este de Granada y Jaén, así como en algunas pequeñas zonas del centro norte y las islas de Menorca, Lanzarote, norte de Mallorca, de Tenerife, de Gran Canaria y Fuerteventura.
Por el contrario, en el resto de España las precipitaciones se sitúan por debajo de lo normal y de forma más acusada, en el oeste peninsular (Zamora, Salamanca y Extremadura) y una zona del centro de Andalucía y noreste peninsular.