La estación naval de Portopí acogió el domingo a cerca de 200 visitantes, con motivo de la jornada de puertas abiertas, en el marco del Día de las Fuerzas Armadas. Un acontecimiento militar destinado a acercar a los ciudadanos la realidad humana y de equipamientos de las zonas militares.
Los visitantes no tuvieron ocasión de visitar ningún buque de la Armada, al encontrarse en la base solamente las patrulleras pertenecientes a la Guardia Civil del Mar. La Armada no desplazó a Portopí ningún buque por problemas presupuestarios. Esta ausencia sorprendió a los visitantes.
La visita dio comienzo en la plaza de anclas, bautizada en honor al almirante Sánchez Barcáiztegui. Desde este punto, los grupos llegaron hasta el edificio residencial del siglo XIX, que alberga la jefatura del Sector Naval y la Comandancia.
Tras descender la escalinata que conduce al muelle, los grupos fueron conducidos hasta el antiguo atraque del Fortuna, que ha perdido su condición de zona de acceso restringido. La visita continuó por la línea del muelle donde antaño tenían su base los dragaminas, hasta llegar a la altura de la zona de la Comisión Naval de Regatas. Allí se encuentra el casco conservado del primer Aifos con el que compitió el rey Juan Carlos. Detrás de los dos hangares construidos para ambos yates Fortuna, en la actualidad sin uso específico, los visitantes fueron conducidos hasta la Unidad de Buceo, donde pudieron ver los equipos para inmersión.