El presidente de Esquerra Republicana (EU) en Mallorca, Joan Lladó, dejará su cargo a partir del próximo congreso de la formación regional, que se realizará entre septiembre y octubre, porque considera que «es el momento de que haya un relevo y aire fresco en el partido».
Lladó ha asegurado en declaraciones que aunque dejará la dirección de ER Mallorca «seguirá dando guerra» en el lugar que le corresponda, porque seguirá formando parte de Esquerra, «estando al lado» del nuevo líder que sea elegido.
En relación a quién podría relevarle, ha señalado que Esquerra Republicana «no es un partido digital», en alusión a que no puede señalar con el dedo a ninguna persona en particular, ya que «se tienen que generar consensos entre las bases» en este sentido.
«Es importante hacer un esfuerzo para que el partido salga lo más unido y fortalecido posible de la decisión que hemos tomado algunos de dejar la dirección», ha apuntado Lladó.
Lladó ha sido presidente de ER de Balears durante ocho años, ha estado al frente de la regional cuatro, y ha sido parte de la ejecutiva del partido durante los últimos doce años.
«Pienso que es momento de que haya un relevo de nuevas generaciones y aire fresco en el partido», ha precisado.
En su opinión, deja un «patrimonio positivo» en Esquerra, ya que cuenta aún con representación en seis de los ayuntamientos más importantes de Mallorca y 900 afiliados.
Lladó ha confesado que los últimos años han «sido muy complicados», en especial por las «tensiones dentro de los partidos soberanistas» de Mallorca, en alusión a las diferencias con formaciones como MÉS con la que rompió pactos previo a las últimas municipales y autonómicas.
El presidente de ER Mallorca ha reconocido que ha sido «uno de los actores» de este ambiente de tensión. «No hemos hecho las cosas lo suficientemente bien», ha señalado Lladó, para quien es relevante que ahora su partido «tenga la mayor fortaleza posible», ya que «en la etapa que se abre los organismos independentistas van a jugar un papel importante».