Los activistas del GOB han asistido con incredulidad al dispositivo de búsqueda de los dos chimpancés huidos a principios de semana del Safari-Zoo de Sa Coma.
Ahora que se ha confirmado la trágica muerte de los dos simios han iniciado una recogida de firmas que solicita al Govern, a través de la Conselleria de Agricultura y Medi Ambient, que clausure el centro.
Los ecologistas creen que el “final lamentable para estos homínidos en peligro de extinción” es consecuencia directa de la “permisividad administrativa” a lo largo de años ante una situación que califican de “intolerable”.
Y es que esta entidad conservacionista ha denunciado reiteradamente las malas condiciones de la instalación y han pedido su cierre, como en 2009, cuando se produjo la fuga de varios ejemplares de antílope, que pastaron durante un tiempo sin control por las fincas vecinas.
Un año antes los activistas denunciaron el sacrificio de una elefanta que, según informes de expertos, enfermó debido a las malas condiciones de mantenimiento sanitario y las instalaciones deficientes.
Con todo, desde el GOB consideran que existe un claro incumplimiento de la ley de conservación de la fauna silvestre en los zoos, que prevé mejorar las condiciones de vida de los animales en cautividad, y por ello reclaman responsabilidades a quien le competa.