El grupo ecologista GOB ha definido hoy la legislatura que termina como una de las peores de la democracia en términos de desprotección del territorio «con efectos perversos en diferido» que tendrán repercusión sobre Baleares a medio y largo plazo, ha alertado su portavoz, Margalida Ramis.
«Han abonado el terreno con políticas y modificaciones legislativas para tener el territorio sometido a los intereses de determinados grandes lobbys» ha advertido Ramis en una rueda de prensa en la que la entidad ha realizado balance de la legislatura 2011-2015 y ha presentado un vídeo que recuerda las principales movilizaciones sociales en defensa del medio ambiente.
La entidad verde tiene la intención de seguir actuando como «altavoz» como durante los cuatro años de mandato del Govern que preside José Ramón Bauzá, para alertar de cambios legislativos que «en muchos sentidos han pasado desapercibidos y que tendrán repercusión y medio y largo plazo si no se hace nada», ha resumido Ramis.
Si no se revierte el marco legislativo creado, la portavoz considera que habrá una inseguridad jurídica que hará necesario «luchar proyecto a proyecto».
La Ley de Turismo, la Ley Agraria y la revisión del Plan Hidrológico de Baleares son tres de las modificaciones legislativas que rechaza el GOB por considerar que «responden a intereses de sectores lobbystas concretos, que han tenido acceso directo para dictar sus deseos y que han tenido reflejo en el Parlament».
El GOB resume «las políticas más graves» del Govern Bauzá en siete, que comenzaron con la llamada Ley Company (de urbanismo sostenible), que «desprotege urbanizaciones que no estaban consolidadas» y supuso «comenzar a abrir la puerta a la construcción en suelo rústico».
La Ley de Turismo que «somete la regulación de la ordenación del territorio al sector hotelero"; la importación de residuos con el fomento de la incineración, y la revisión del Plan Hidrológico, «grave porque supone retirar controles en los usos intensivos del agua y detener la recuperación de acuíferos», son otras tres políticas criticadas por el grupo ecologista.
La llamada Ley Agraria es descrita por el GOB como «una ley urbanística para el suelo rústico que llevará a la sustitución del sector».
La organización también critica la mercantilización y degradación programada de los espacios naturales, en alguno de los cuales ahora se cobra por las actividades, y un aumento generalizado de la especulación, con proyectos calificados como de inversión que «convertirán Mallorca en un gran parque temático si no se para esto», ha dicho Ramis.
Ha mencionado proyectos urbanísticos como los de sa Ràpita, Canyamel, sa Marina de Magaluf y ses Fontanelles de Palma, todos ellos «hace años que intentaban llevarse adelante y han tenido el apoyo político necesario y modificaciones de leyes adrede para que se pudieran realizar», ha dicho Ramis.
La portavoz ha criticado «la rebaja de valores ambientales con amnistías generalizadas y el desmantelamiento y mercantilización de espacios naturales».
Ramis ha realizado un llamamiento a la población a participar en movilizaciones de protesta las próximas semanas porque considera que la forma de hacer política del Govern Bauzá en materia de territorio ha sido la misma que en educación, lengua y cultura: «totalmente de espaldas a los ciudadanos».
A modo de ejemplo, la portavoz del GOB ha recordado la iniciativa legislativa popular (ILP) en defensa del territorio que hicieron llegar al Parlament respaldada con 16.000 firmas y cuya tramitación fue rechazada en un pleno en el que «el presidente ni estuvo, solo entró a votar».
«Esta manera de hacer política, despótica y al servicio del capital, no solo ha tenido efectos significativos sobre el territorio, sino que ha dado lugar a movilizaciones en los ámbitos de la educación y la lengua», ha recordado Ramis.
De cara a las elecciones autonómicas del 24 de mayo, el GOB ha hecho llegar sus propuestas a todos los partidos políticos que concurren. Ramis advierte de que «un cosa es el discurso y otra lo que hacen», por lo que considera de que el hecho de que las fuerzas de la izquierda progresista se hayan hecho eco de las mismas en sus programas «no es ninguna garantía».
«Pase lo que pase en las elecciones, el GOB estará presente de forma incisiva porque se tiene que trabajar mucho para darle la vuelta a esta realidad, hay que ir a la raíz del modelo económico y social», ha concluido.