La barandilla de los candados, en el puente de la Riera, presentaba este martes, desde primera hora, un aspecto distinto al de hace unos días. La razón es que el Ajuntament ha procedido a desenganchar todos los cerrojos que se encontraban en el lugar, símbolo del amor eterno.
La medida se ha tomado por precaución, pues si su peso llega a ser excesivo puede afectar al puente.
«No es la primera ni la tercera vez que se hace, pues cuando se sobrecarga la baranda es preciso retirarlos», explicó una fuente municipal que, no obstante, negó que esta práctica vaya a ser prohibida por el Consistorio.
Aunque tampoco sería Palma la primera ciudad de acabar con esta moda, pues ciudades en las que esta práctica tiene o, mejor dicho, tenía bastante más tradición que en Palma ya lo han hecho.
Es el caso del Ayuntamiento de Roma, que hace unos pocos años ordenó retira los ‘candados del amor' que cientos de parejas colocaban en el puente Milvio. Venecia también prohibió su proliferación y en París esta moda puso en peligro el Pont des Arts que, de hecho, cayó en parte, por lo que la alcaldía anunció el año pasado su prohibición. En España, el Consistorio sevillano se puso hace algún tiempo manos a la obra para retirar estos objetos abrazados al puente de Triana.