El GOB critica con dureza al Consell por “continuar con el fraude de la importación de residuos” a costa de la salud de los ciudadanos y el medio ambiente, y le exige el “aborto definitivo” de esta fórmula.
Los ecologistas afirman que traer basura del continente para incinerarla en los hornos de Son Reus genera indignación, y es una demostración que la política está al servicio de la empresa privada. Ven en la iniciativa “mentiras, falta de transparencia y escándalos vinculados al negocio del transporte y la incineración de residuos”.
Así, ejemplifican en primer lugar el “chantaje de la tarifa”, pronosticando que ésta seguirá aumentando en los próximos años pese a la importación de residuos. También censuran que los baleares tengan que pagar el tratamiento de residuos que se han generado fuera de las islas, “con los que Tirme se enriquece”, afirman.
Finalmente, recuerdan que esta operación incrementa los costes ambientales y de salud para la población local, mientras que los proveedores de la basura pagan únicamente el transporte.
“Los ciudadanos acabamos pagando la incineración de los residuos que importamos mientras Tirme se beneficia de la venta de electricidad que se genera en el proceso”.