«Se le va la pinza». Esta expresión de la socialista Yolanda Garví pone de manifiesto la tensión que se vivió este jueves en la comisión de Urbanisme del Ajuntament de Palma. La oposición calificó de nefasta la política urbanística de este mandato. El teniente de alcalde de Urbanisme, Jesús Valls, lo negó y los acusó de tergiversar y alarma.
Garví reprochó que la cúpula de Urbanisme está «descabezada» y destacó la dimisión del coordinador de la oficina de la revisión del PGOU, Antoni Llamas.
Garví criticó el retraso en la revisión el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y aseguró que «hemos tirado cuatro años de crisis para suspender licencias y lo tendremos que hacer cuando llegue la recuperación». Valls rechazó que tenga impacto económico, porque solo se suspenden licencias en las zonas objeto de modificación. Valls achacó el retraso a la volatilidad normativa y la falta de medios de que dispone.
La oposición también advirtió que las zonas F previstas en la revisión del PGOU abren la puerta a la demolición de más de 7.700 viviendas de una decena de barriadas. El titular d'Urbanisme lo negó y aseguró que solo habrá derribos en ‘Corea'. «Han ido a los barrios a asustar a los vecinos», espetó Valls, que reiteró su apuesa por la rehabilitación. Además, aseguró que para cada barrio se tendrá que aprobar un plan especial, consensuado con los vecinos. El portavoz de Més, Antoni Verger, señaló que «a los vecinos no les sirven de nada» las palabras de Valls porque en cuatro meses habrá otro regidor d'Urbanisme.
Cort está adaptando el Plan Especial del Jonquet a las demandas del Consell de Mallorca y no perforará el talud. Los coches no podrán acceder desde el Passeig Marítim; lo harán por Monseñor Palmer. Valls señaló que habrá una nueva composición de viviendas, acorde a la idiosincrasia de la barriada. «Se merma el aprovechamiento urbanístico», destacó Valls, sin precisar cuánto. Tampoco pudo adelantar el coste económico que tendrá.
El titular de Urbanisme reiteró que el nuevo proyecto del centro comercial de Ses Fontanelles aún no tiene licencias de obras ni actividad, ya que requiere la autorización autonómica; aclaró que hacen trabajos de urbanización y los de obra coincidentes con el proyecto inicial, que sí la tiene. El PSOE pide un informe del celador de obras.