Arquitectos, vecinos, entidades proteccionistas y ecologistas rechazan la propuesta de la Autoritat Portuaria para el Moll Vell.
Se oponen a que se convierta en una zona de ocio y comercial, que implique trasladar el uso portuario a otro lugar, de tal modo que se consuma más territorio.
La sociedad civil reivindica que el Moll Vell sea un espacio público, destinado al disfrute de los ciudadanos.
«El puerto no puede condicionar a la ciudad, sino que tiene que estar a su servicio», sostiene el presidente del Colegio de Arquitectos, Jaume Morey. En este sentido, expone su rechazo al Plan Director del Puerto porque «lo que se propone en el Moll Vell es un gran centro de ocio y comercial».
El presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, Joan Forteza, declara que «estamos totalmente en contra del proyecto de la Autoritat Portuaria para el Moll Vell». En su opinión, durante estos cinco años la Autoritat Portuaria ha estado ganando terreno al mar, bajo la excusa de darle un uso portuario, para finalmente destinarlo a una zona de ocio y comercial; argumenta que la actividad portuaria se pretende trasladar a un nuevo dique, proyectado entre el dique del Oeste y Marivent.
El GOB también rechaza las propuestas de la Autoritat Portuaria al considerar que «supone privatizar espacios públicos y la elitización de zonas públicas vinculadas al mar».