El empresario de la construcción Fausto Ferrero ha negado hoy haber tenido «información privilegiada» sobre Son Espases ni saber nada de que se iba a construir un hospital cuando adquirió en 1995 la mitad de una finca de 160.000 metros cuadrados próxima al terreno donde se construyó la infraestructura.
Ferrero ha protagonizado la primera comparecencia ante la comisión parlamentaria que investiga el presunto fraude en la adjudicación del hospital Son Espases, donde hoy están citados varios empresarios que compraron terrenos próximos antes de la construcción de la infraestructura sanitaria.
Ha negado que supiera de una supuesta cena celebrada en Madrid con el entonces ministro de Medioambiente Jaume Matas, en la que se habría decidido el lugar donde se construiría el hospital y ha dicho haberse enterado de la misma recientemente por la prensa.
«Ni tenía información privilegiada de Son Espases, ni sabía nada de Son Espases. Me extrañó que en la prensa volviera a salir mi nombre con esto porque no sabía de qué me hablaban», ha afirmado.
El constructor, que ha acudido al Parlament acompañado de su abogado Llorenç Salvà, ha explicado, en respuesta a los diputados, que compró en 1995, a través de una sociedad de su propiedad, la mitad de una finca rústica denominada Son Bassó, que está situada cerca de Son Sardina, a 2 kilómetros del hospital, por un precio que no recuerda.
Ha señalado que cuando la compró le pareció «interesante como inversión de futuro», pero en los 19 años que ha sido de su propiedad no ha dado lugar a ningún tipo de aprovechamiento, si bien en la pasada legislatura presentó un anteproyecto para que la finca fuera dedicada a albergar viviendas de protección oficial.
Ferrero ha detallado que fue a propuesta del arquitecto y exdelegado del Gobierno Gerard Garcías. «Creo que en un momento cuando estaba gobernando el Partido Socialista estaban buscando para construir muchas viviendas de protección oficial y estaban buscando terrenos», ha relatado.
«Me propuso si podíamos presentar un anteproyecto para entrar en el concurso de viviendas de VPO, se hizo un proyecto y no salió adelante"», ha explicado.
Ferrero ha indicado que en la actualidad tiene en venta los 80.000 metros cuadrados de su propiedad por unos 400.000 euros.
Según el empresario, lo único que ha obtenido de la finca ha sido «tener que cuidarla y limpiarla cada año», si bien ha indicado que si volviera a 1995, «posiblemente» volvería a comprarla.