El fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, asegura que si hubiera hallado indicios de delito «no habría tenido ningún problema» en acusar a la infanta Cristina en el marco de esta causa donde está imputada como cooperadora de dos delitos fiscales presuntamente cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin.
Horrach ha recordado que el caso Palma Arena, del que Nóos es una pieza separada, se abrió por diligencias informativas de la Fiscalía Anticorrupción y «quien analizó la causa y pidió los registros y solicitó la imputación de Urdangarin y Torres fue la Fiscalía», ha dicho en una entrevista que publica el diario Ara Balears.
El fiscal, que no formuló acusación penal contra la infanta en el escrito de calificación del caso Nóos que registró el pasado día 9, pero sí pidió una condena de 19,5 años de cárcel para su marido por varios presuntos delitos de corrupción, asegura en la entrevista «tener el convencimiento, cada vez más fuerte», de que su posición en relación con doña Cristina «es objetiva». Recalca que además es la misma que ha mantenido desde el principio.
Pedro Horrach considera «miserable» que se repita que su decisión de no acusar a la Infanta «responde a órdenes recibidas no se sabe bien de quién».
«Creo que mi actuación profesional a lo largo de tantos años demuestra de sobra que no hay órdenes y, además, yo no lo habría permitido nunca. A mí no me ha llamado nunca el ministro de Justicia y no conozco a nadie de la Casa Real, salvo de cuando han venido a declarar, y respecto al fiscal general (el anterior), solo he tenido una entrevista con él», afirma.
Este fiscal considera que los casos destapados en Balears y las condenas de los últimos años a varios exresponsables políticos, reflejan que solo son una parte de los delitos cometidos. «Estoy seguro de que solo hemos rascado la superficie. Hemos llegado a estos casos en los que la actuación delictiva ha sido más grosera y se han dejado huellas que hemos podido seguir», asegura.
En opinión del fiscal, la gravedad del caso Nóos radica en la malversación de fondos públicos y la utilización de la Administración por parte de los políticos «como si fuera un coto privado».