Seveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) estima que los múltiples actos vandálicos registrados en las estaciones de tren cuestan a los ciudadanos de la Isla 150.000 euros anuales.
Con la instalación de 212 nuevas cámaras de videovigilancia en los andenes y vagones de la red ferroviaria insular, la empresa pública dependiente de la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient i Territori del Govern busca minimizar los destrozos.
Según fuentes de SFM, los grafitis son el principal problema de vandalismo en la red ferroviaria insular, especialmente focalizado en el pintado de trenes así como en edificios, pasos inferiores, puentes y marquesinas.
Asimismo, también se registran de forma habitual desperfectos en cerramientos, rotura de cristales, daños en los sistemas contra incendios, destrozos en baños, rasgado de tapicería en vagones, rotura de puertas, averías en las semibarreras de los pasos a nivel, etc... Otro caso grave de vandalismo que suele darse con cierta asiduidad es el robo de cableado y luminarias.