El aumento de los viajes cortos (citybreaks) y la mejora de imagen de Palma como destino turístico urbano en Europa, ha provocado un cambio en la comercialización en la planta hotelera del centro de la ciudad.
Esta tendencia se ha traducido en récords de ocupación de jueves a domingo durante esta temporada baja.
«La concentración de la demanda vacacional en los fines de semana, a partir de septiembre, ha provocado registros históricos de ocupación en muchos establecimientos del centro», explica el presidente de la Asociación de Hoteles de Palma y Cala Mayor, Javier Vich.
La ocupación media desde julio hasta octubre supera la de los otros años, «porque se ha producido una cierta vacacionalización de la planta hotelera urbana. Todos los cambios que se han introducido, gracias en parte al trabajo de la Fundación 365 y a la apuesta empresarial, han cambiado la dinámica y roto la tendencia que había desde 2007».
La patronal hotelera valora de forma muy positiva la apuesta que han hecho las aerolíneas europeas y españolas por aumentar las frecuencias y rutas, «lo cual demuestra que algo se ha hecho bien en cuanto a la promoción de Palma como ciudad de compras y para pasar fines de semana. La mejora de la oferta gastronómica, cultural y complementaria, junto a las medidas adoptadas por el Ajuntament, han sido esenciales para este cambio».