El portavoz de Cort, Julio Martínez, ha defendido este martes la instalación de pantallas digitales en Palma, que no se ubicarán en el centro histórico sino en el extrarradio, y permitirán la eliminación de 1.500 soportes publicitarios ya instalados en la ciudad.
Martínez, informa el Ajuntament de Palma, ha asegurado que la instalación de esta pantallas publicitarias, criticadas por los grupos de la oposición, tendrá un «impacto paisajístico nulo».
El teniente de alcalde de Economía, Hacienda e Innovación ha defendido la aprobación del contrato para la gestión y explotación de vallas, pantallas y soportes publicitarios y ha lamentando «la política de desinformación que están practicando los grupos de la oposición municipal».
Según Martínez, este concurso público surgió a instancias de una propuesta del grupo socialista, apoyada por unanimidad, incluido el grupo Més, que instaba a incrementar los ingresos del Cort mediante la publicidad estática en los espacios públicos.
«Lo único que ha hecho este equipo de gobierno municipal es introducir en el contrato una imagen innovadora de acuerdo con el objetivo de hacer de Palma una smartcity», ha señalado Martínez, quien ha afirmado que «las pantallas digitales no suponen un atentado contra el medioambiente, sino todo lo contrario».
Prueba de ello, ha agregado el regidor, es la instalación de estas pantallas en ciudades como Helsinky, Oslo, Estocolmo, Londres, Madrid y Barcelona «que prestan especial atención a las cuestiones medioambientales».
Ha recordado que son 30, que se pueden ampliar a 60, las pantallas que se prevén instalar en Palma y que proyectarán imágenes estáticas y no dinámicas, lo que evita el riesgo de distracción para el conductor.
Martínez ha precisado que las ampliaciones y su ubicación deberán ser aprobadas por los técnicos municipales.
Por su parte, MÉS per Palma ha expresado su oposición y ha presentado una propuesta a debatir en el pleno de este jueves para rechazar la instalación de soportes luminosos de tecnología digital publicitarios e instar a la concejalía de Función Pública a retirar la licitación de la instalación de estos dispositivos, informa en una nota de prensa.
Según el portavoz del grupo MÉS en Cort, Antoni Verger, «Isern quiere llevar a cabo un auténtico ataque a la ciudad, al paisaje y al entorno urbano», ya que, ha afirmado, se trata de pantallas de gran formato, con lo cual son «muy invasivas y agresivas».
«Este tipo de dispositivos de publicidad digital en la calle es propia de ciudad con un modelo capitalista anglosajón, y nada pertinente a una ciudad mediterránea como Palma», ha defendido el regidor de MÉS, quien ha añadido que el proyecto tiene problemas legales y «se contradice con determinadas normativas vigentes».
En este sentido, se ha referido a la ley 3/2005 de protección del medio nocturno de las Illes Balears, en los artículos 5 y 9, que establece que las pantallas no pueden funcionar en ausencia de luz natural, y la norma 44 del Plan Territorial de Mallorca, según la cual, las pantallas deberán tener una visera de al menos 8 o 9 metros.
En opinión de MÉS, la instalación de estas pantallas nada tiene que ver con el concepto de ciudad inteligente, como defiende el equipo de gobierno municipal.
«Esto es una auténtica cacicada. No se ha consensuado ni con los vecinos, ni con las entidades de protección del patrimonio. Isern está vendiendo el paisaje de Palma muy barato. La ciudad pierde y los únicos que salen ganando son los ganadores de la concesión», ha apuntado Verger, que ha anunciado una «ofensiva permanente hasta detener esta aberración» de parte de su grupo municipal.