Gritos de 'dimisión' e intensos pitidos han acompañado la llegada de José Ramón Bauzá y Joana Maria Camps al acto de inauguración de la XVIII celebrado este jueves en el Casal Solleric. El despliegue policial presente en el Born ha sido muy numeroso, llamando poderosamente la atención de los ciudadanos que se han acercado hasta el Born para disfrutar de esta cita cultural.
El alcalde de Palma, Mateo Isern, acompañado por los regidores, han esperado junto a otras autoridades la llegada del presidente del Govern bajo el fuerte abucheo de una parte de los presentes, algunos de ellos vestidos con camiseta verde. Sin embargo, Joana Maria Camps no se ha incorporado al comité de bienvenida y ha entrado directamente al interior del recinto alejándose de la protesta popular.
Una de las escenas de la noche ha sido la unión y camadería que han mostrado Bauzá e Isern, coincidiendo incluso en su indumentaria: americana oscura, camisa clara y pantalón claro.
Una de las docentes presentes en la protesta se ha quejado ante la Policía del violento trato que ha recibido por parte de un miembro del equipo de seguridad del president del Govern.
La novedad ha venido de la mano de un docente que ha querido dejar constancia de que el TIL, la LOMCE y los recortes siguen siendo un campo de batalla para el sector educativo y ha protagonizado una pacífica protesta disfrazándose de Felipe V, con vestimentas de la época, una peluca rubia y una 'ikurriña' que recuerda el reciente lapsus de Joana Maria Camps.
La elección del disfraz responde a la filosofía de la campaña «La consellera cambiada en un mundo educativo cambiado», filosofía que en su día explicó uno de los portavoces de la Assemblea de Docents, Guillem Barceló: «Queremos poner a la consellera cabeza abajo como está Felipe V en el Museo de Xàtiva por haber incendiado la ciudad» tal y como Camps “ha hecho con el mundo educativo”. Por ello, muchos centros educativos han lucido en estos días retratos de Joana Maria Camps boca abajo.
El despliegue policial que ha acompañado el 'sus' de la Nit de l'Art es muy numeroso, llamando poderosamente la atención de los ciudadanos que se han acercado hasta el Born para disfrutar de esta cita cultural.
Cabe recordar que en la pasada edición ni el presidente del Govern ni la consellera d'Educació acudieron al Solleric al conocer la protesta convocada por la Assemblea de Docents.