El aeropuerto de Son Sant Joan es la joya de la corona para AENA, ahora ENAIRE en su fase de privatización, ya que es el más rentable de toda la red de 47 aeropuertos, al superar de media los 70 millones de euros de beneficios en los últimos años, que en el ejercicio 2013 pudieron llegar a los 100 millones de euros, según fuentes aeronáuticas y de las compañías aéreas que operan en Son Sant Joan.
Este hecho viene motivado por su actividad comercial y el movimiento de aviones y tráfico de pasajeros durante los seis meses de temporada turística, ya que es muy estacional, lo que hizo que el pasado año llegara a los 22,7 millones de pasajeros (ver gráfico adjunto).
Este total, si lo comparamos con el movimiento de pasajeros del resto de aeropuertos, supone el tráfico anual de 36 aeropuertos como se puede apreciar el gráfico, lo que da una idea del volumen de actividad la importancia que tiene Son Sant Joan para ENAIRE en el futuro proceso de privatización que comenzará a partir del mes de noviembre.
Mes de agosto
Si particularizamos la actividad en un solo mes, en este caso agosto, Son Sant Joan contabilizó el pasado año un tráfico de 3.548.285 pasajeros, cifra récord mensual en la historia del aeropuerto palmesano en cuanto al flujo de pasajeros.
Estos 3,5 millones representaron la suma total anual de 17 aeropuertos, que son los más pequeños de la red de ENAIRE y los menos rentables a nivel contable y de amortización de infraestructuras.
Son Sant Joan, en este sentido, está ayudando a amortizar la red deficitaria de AENA y reduciendo la deuda global de este ente público, que se ha rebajado de forma muy importante bajo la actual gestión del presidente de AENA, José Manuel Vargas, al haber externalizado la mayor parte de los servicios aeroportuarios e incrementado los cánones en todos los concursos de adjudicación, principalmente en los concernientes con la actividad comercial.
Aeropuertos
La red aeroportuaria española es un tanto compleja, tanto por su volumen de centros aeroportuarias como en la estrategia que ha habido a la hora de realizar inversiones en mejora de pistas y terminales, lo cual ha generado una deuda superior a los 11.000 millones de euros.
El edificio terminal de Son Sant Joan, inaugurado en abril de 1995 por el ministro Rafael Arias Salgado, ahora máximo responsable de World Duty Free Group, antigua Aldeasa, no costó un duro al Ministerio de Fomento, ya que fue sufragado en su totalidad por inversiones comunitarias.
Si extrapolamos la inversión de Palma al resto de aeropuertos, la diferencia es más que notable, ya que las inversiones han procedido de capital público, con los unos resultados más que polémicos por los resultados obtenidos, que han alarmado a Bruselas, más en estos años de recesión económica.
En cuanto a la efectividad, el problema radica en qué sucederá en la futura privatización, en concreto con todo lo relacionado con el mantenimiento de las infraestructuras.