La unificación administrativa que estaba previsto llevar a cabo en el llamado ‘pentágono’ parroquial de Palma, que engloba los templos más emblemáticos del centro de la ciudad–Santa Creu, Santa Eulàlia, Sant Miquel, Sant Nicolau y Sant Jaume– ha quedado aplazada, según admitió el vicario episcopal para la Evangelización, Antoni Vadell.
La reorganización que se pretendía realizar en el centro de Palma, y que de modo experimental se está aplicando en Inca, supone la integración de las diferentes parroquias bajo la dirección de un solo rector, de modo que los sacerdotes dejan de estar adscritos a un solo templo para poderoptimizar los recursos humanos de que dispone la Diócesis, cada vez más escasos.
En este sentido, Vadell señaló que «este plan todavía no tiene fecha y se trata sólo de un estudio que se ha presentado al obispo Salinas. En todo caso no se materializará antes de dos años». Respecto a las reticencias que está generando la puesta en marcha de este proyecto, el vicario episcopal no ocultó que «lo nuevo siempre inquieta», aunque advirtió que «esta iniciativa marca la tendencia» respecto a la nueva organización de la Diócesis de Mallorca, afectada por la falta de sacerdotes y su progresivo envejecimiento.
Unificar equipos
No desaparecerá ninguna parroquia», aseguró Vadell, el cual admitió que las que integran el ‘pentágono’ palmesano «tienen un perfil muy diferente». En esta línea, como vicario episcopal aseguró que «no desaparecerá ninguna parroquia, lo que se hará es unificar equipos para que puedan compartir sacerdotes e incorporar laicos» para poder realizar una gestión más eficiente.
Desde distintos sectores del clero ya se han levantado voces críticas a esta iniciativa, cuya aplicación supondría cercenar puestos de responsabilidad en las parroquias, los rectores, con una nueva figura de coordinación superior que los sustituiría.