El lunes termina el plazo dado por la Audiencia de Palma para el ingreso en prisión de Antonio Alemany, el periodista condenado a dos años y tres meses de prisión en la primera pieza juzgada del caso Palma Arena, que había solicitado una prórroga del plazo de encarcelamiento por motivos de salud.
Alemany recogió el pasado 23 de julio la orden de encarcelamiento que le concedía un plazo máximo para entrar en la cárcel de cinco días, pero luego pidió que se suspendiera el ingreso hasta septiembre, ante lo que la Audiencia pidió la opinión de las acusaciones.
Aunque la Fiscalía se opuso y la Abogacía de la Comunidad Autónoma no se pronunció, la sección primera del tribunal provincial atendió la solicitud «por entender que las causas que alega aparecen acreditadas documentalmente».
Tras recoger el mandamiento para entrar en la cárcel, el condenado afirmó: «Lo único que aspiro es a tener fortaleza ante la adversidad, si la salud y los años lo permiten».
El reo, que atendió sonriente a los periodistas que le esperaban en la puerta del tribunal provincial, declaró entonces que se encontraba bien de salud, «lo lógico a los 75 años, un poco atropelladillo», afirmó.
Prevaricación
El periodista está condenado en firme por prevaricación, malversación y falsedad en documento mercantil por su participación en la trama que se gestó para beneficiarle irregularmente con fondos públicos cuando, entre 2003 y 2007, escribía discursos para el entonces presidente del Govern balear, Jaume Matas.
Matas ingresó en prisión el 28 de julio para cumplir también su propia condena por este caso, de nueve meses y un día por tráfico de influencias.
En julio de 2013 el Tribunal Supremo rebajó a dos años y tres meses la condena contra el periodista, originalmente fijada en marzo del año anterior por la Audiencia de Palma en tres años y nueve meses de prisión.
La Audiencia Provincial juzgó a Matas y Alemany, junto con el exdirector de Comunicación del Govern Joan Martorell y el empresario Miguel Romero, por falsear un concurso para pagar al periodista por escribirle discursos al presidente autonómico y compensarle además a través de una subvención a una agencia de noticias que fundó para beneficiarse de fondos públicos.
Tras la rebaja de sus condenas, la Audiencia ordenó el ingreso en prisión de Matas y Alemany y ambos solicitaron al Gobierno su indulto, lo que paralizó el encarcelamiento hasta que el pasado día 11 el ejecutivo rechazó concederles la medida de gracia.
Entonces el Gobierno remitió su decisión al Tribunal Supremo, último órgano judicial en fallar sobre los solicitantes, que a su vez lo envió a la Audiencia de Palma para que pusiera en marcha la ejecución de la sentencia.