Instalaciones pésimas, comida de mala calidad y que, además, se tira impidiendo que los usuarios puedan repetir. Además, cucarachas y trato indigno por parte de los monitores. Estas son algunas de las quejas de usuarios del centro de acogida de familia de Cort. Alejandro Barrios y Sandra Oliver son dos de los usuarios que han trasladado sus quejas a Ultima Hora. Aseguran que hay muchos más, pero que no denuncian por miedo a las represalias. «Yo también tengo miedo, pero no voy a permitir que mis hijos se queden sin comer», argumenta Alejandro. Denuncia que no les dejan repetir la comida, que posteriormente les obligan a tirar. También critica la mala calidad de los alimentos, así como que no haya un menú infantil. Este usuario asegura que a sus hijos de tres y cuatro años no les gustan muchos de los menús y han perdido peso desde que están en el centro.
Alejandro se muestra especialmente crítico con el trato que reciben del personal de la empresa concesionaria del servicio del centro de acogida de familias, Intress. «Nos tratan como a perros», denuncia y subraya que incluso gritan a los niños.
La deficiencia de las instalaciones es otra de sus críticas. Alejandro muestra fotos y vídeos del mal estado de los enchufes con los cables al descubierto, armarios y pomos rotos, así como cucarachas en las habitaciones.
Cort niega que el centro de acogida esté en condiciones indignas y asegura que de los 54 usuarios solo han tenido quejas de cuatro y que siempre han actuado con inmediatez.
La regidora de Benestar Social, Aina Ferriol, explica que realizan inspecciones periódicas en las que no se han detectado estas denuncias, pero advierte que si comprueban que son ciertas actuarán en consecuencia. «Nuestra prioridad son los usuarios», asegura. No obstante, precisa que confía en la profesionalidad de la empresa.
Respecto al estado de las instalaciones, informa que tienen previsto realizar reformas en otoño y reitera que actúan siempre que hay quejas.