El grupo municipal PSIB-PSOE ha pedido responsabilidades políticas a la dirección de Emaya «que no ha sido capaz de cubrir las plazas temporales a las que se había comprometido con los sindicatos» para reforzar el servicio de limpieza y recogida durante los meses de verano.
En un comunicado, los socialistas han criticado que en la recta final del mes de agosto, Emaya todavía no ha sido capaz de contratar a todo el personal de refuerzo que necesita para atender «en condiciones» los servicios de recogida y limpia durante el verano, con mayor afluencia de turistas y mayor impacto sobre la limpieza de la ciudad.
El concejal socialista Andreu Alcover considera que este hecho es una muestra más de la «nefasta» gestión de personal que está realizando el gobierno Isern y el concejal Garau, una gestión que se ha traducido en la pérdida de calidad de los servicios de limpieza y recogida debido a la drástica reducción de personal.
«Es muy significativo que la dirección de Emaya haya sido incapaz de cubrir las plazas temporales con las que quería parchear la situación de cara a los turistas y, lo es también, en un contexto de elevadas tasas de paro y, además, lo hace con opacidad, sin acuerdo con la mayoría de representación de los trabajadores, y con más que dudosa la legalidad», ha lamentado Alcover.
Así, los socialistas han recalcado que han venido denunciando en las últimas semanas «problemas de suciedad y acumulación de basuras en las diferentes barriadas de Palma, donde se han reducido las frecuencias y horarios de recogida».
Se trata, según han apuntado, de una situación «parecida» se ha vivido en la Playa de Palma, «donde el PP se ha negado a mantener un refuerzo nocturno».
El concejal del PSIB-PSOE recuerda que la cobertura de las plazas de refuerzo durante el verano fue un compromiso de la empresa con los trabajadores para la desconvocatoria de la huelga prevista a finales de julio y lamenta que, desde entonces, la dirección de Emaya «ni siquiera haya iniciado el proceso de negociación».
«Se demuestra de esta forma la mala fe y la nula voluntad negociadora de la dirección de Emaya, del concejal Garau y del alcalde Isern, que optan por seguir deteriorando los servicios, alimentando el conflicto y despreciando a los trabajadores de la empresa, todo ello, de espaldas a las necesidades de la ciudad y de los ciudadanos», ha apostillado Alcover.