Los restauradores de sa Llonja se sienten acosados por la venta ambulante ilegal, ya que se llegan a concentrar unos 70 vendedores. El presidente de la PIMEM Restauración, Alfonso Robledo, denunció que viene acompañada de agresiones y robos. En este sentido, puso como ejemplo que cuando ven a la Policía salen corriendo, llegando a arrollar a los turistas y tirándolos al suelo: incluso se han llegado a encarar a los camareros. La elevada concentración de venta ilegal ha provocado una disminución de los beneficios, por lo que Robledo advirtió que roban a los turistas. «Vienen a las mesas a vender y si pueden llevarse un bolso se lo llevan», explicó.
Los restauradores denunciaron que algunos incluso venden droga. Por todo ello, exigieron a Cort que incremente la presencia policial en la zona, ya que simplemente con esta medida se puede disuadir la venta ambulante ilegal. El regidor de Seguretat Ciutadana, Guillermo Navarro, anunció que aumentarán la presencia policial con una patrulla que estará casi fija en sa Llonja, que también incrementará su horario hasta la 1 de la madrugada. Los restauradores argumentaron que los vendedores ambulantes ilegales están muy organizados y tienen controlados los horarios de la Policía, que ahora sólo está hasta las 22:30 horas. «Cuando la policía se va es una avalancha, puede haber 70 vendedores ambulantes ilegales», criticaron.
Los empresarios aseguraron que «la ordenanza cívica es una buena herramienta» para luchar contra esta problemática y se comprometieron a difundirla desde sus establecimientos repartiendo folletos y poniendo pósters; también pedirán a los taxistas y a los hoteleros que la difundan. La teniente de alcalde de Comerç, Esperanza Crespí, subrayó que Cort ha iniciado una campaña de difusión en la zona.