El fallo de funcionamiento en la recogida neumática de residuos le puede costar 26,5 millones de euros a la empresa que instaló el sistema porque esa es la cantidad que reclama Emaya en una denuncia presentada ayer en los juzgados de Palma contra Envac Iberia y Urbaser. Este sistema de recogida, que se montó en el centro de Palma, dejó de funcionar hace dos años tras estar diez años en servicio.
La empresa municipal había pagado 26,7 millones de euros por una servicio que debía estar en funcionamiento durante 30 años y por eso ahora reclama daños y perjuicios.
Contradenuncia
La denuncia se presentó ayer, el mismo día que se supo que la empresa demandada, Envac, ha amenazado con emprender acciones legales contra Emaya. En un comunicado, la empresa demandada asegura que Emaya está intentando quedarse ilegalmente con el aval de 240.240 euros que depositaron hace diez años y que se les tenía que haber devuelto al mes de que el Ajuntament recepcionara las obras, en el año 2006. Denuncian que Emaya tiene «cautivo» un documento que no debería estar en su poder lo que podría supone un «ilícito penal».
La guerra entre Emaya y la empresa que instaló el servicio de recogida neumática estalló el 16 de mayo de 2012, cuando el sistema de recogida quedó fuera de servicio por la situación de ruina de toda la infraestructura que se había instalado en Palma.
Desde entonces, las quejas, reproches, acusaciones y amenazas han sido constantes hasta que finalmente ayer se presentó la demanda en los juzgados de Palma. El president de Emaya, Andreu Garau, lamentó que las empresas no hayan mostrado la más mínima intención de llegar a un acuerdo con el Ajuntament después de que todo el sistema dejara de funcionar.
«Hemos hecho lo que tocaba porque nuestra obligación es defender los intereses de los ciudadanos de Palma y que un sistema de recogida de residuos cuya vida útil se estimaba en 30 años ha quedado fuera de servicio durante el primer tercio», señaló.
Emaya encargó diversos informes periciales tras el colapso de todo el sistema y las conclusiones de todos ellos apuntan a la existencia de patologías graves en la red derivadas de defectos de diseño, materiales incorrectos y deficiencias en la propia instalación del sistema.
Irrecuperable
Según estos mismos informes, todas estas deficiencias hacen que la red sea irrecuperable. Consideran que el proceso corrosivo impide que se recupere la red de 12 kilómetros subterráneos en el centro de Palma y añade que la única alternativa viable es la retirada de todas las conducciones y la construcción de una red nueva.
Envac insiste en que Cort está actuando de manera ilegal y reitera su intención de emprender acciones legales si Emaya no desiste de ejecutar «de manera ilegal» el aval que fue depositado por la empresa hace catorce años y que aún no ha recuperado.