Las cifras del aeropuerto de Son Sant Joan contrastan con las previsiones de ocupación de la planta hotelera de Mallorca, en el sentido de que mientras el aeropuerto está batiendo todos sus récords históricos desde mayo, los ratios de ocupación no se incrementan y son muy similares a los del pasado año. La razón de ello es que el turista europeo y español se decanta por alojarse en la amplia oferta extrahotelera, como chalets, viviendas unifamiliares o plurifamiliares, así como en toda la amplia gama de viviendas vacacionales que existen repartidas por toda la Isla.
«No es lógico que el aumento de pasajeros en el aeropuerto no se vea reflejado luego en las ocupaciones de los hoteles. Es lo que está pasando esta temporada. La previsión para este mes de julio y agosto, pese a ser buena, no llega a lo que todos habíamos imaginado», explica el presidente de la Asociación Hotelera de la Platja de Palma, Francisco Marín.
En el resto de enclaves vacacionales, caso de Pollença, Alcúdia, Cala Millor, Capdepera, Cala D'Or, Andratx, Santa Ponça, Cala Mayor, Palma o Peguera, la situación que se vive es muy similar.
Preocupación
Los administradores de fincas ya han manifestado la preocupación de muchas comunidades de vecinos que ven como los pisos se alquilan a turistas, incumpliendo la actual normativa vigente en la Ley de Turismo.
La Ley de Arrendamientos Urbanos y toda la normativa vigente con la Ley de Propiedad Horizontal han intentado cubrir el vacío legal, pero la respuesta de la demanda supera a las previsiones de las administraciones, de ahí el incremento espectacular de todo tipo de portales en internet que comercializan todo tipo de alojamiento extrahotelero para poder pasar unas vacaciones más baratas en la Isla. «Están haciendo el agosto con Mallorca por la gran demanda vacacional que hay para venir a la Isla», indican desde algunas agencias inmobiliarias.
La Conselleria de Turisme, consciente de esta situación, ha incentivado la inspección para controlar la oferta turística en Mallorca. «Desde enero llevamos contabilizadas unas 3.000 inspecciones, con el objetivo de comprobar que se cumple la ley y de ver si su comercialización es correcta y no vulnera la Ley de Turismo», indica la directora general de Turismo, Montserrat Jaen.
La patronal hotelera ya ha denunciado en el último año esta situación, por lo que exige al Govern un mayor control y sanciones.