«La desigualdad ha alcanzado máximos históricos y con ello la fractura social ha calado en nuestra sociedad», declaró ayer Margalida Riutort, directora de Càritas Mallorca durante la presentación de la memoria de 2013. No obstante, añadió que «en 2014 se está viviendo un poco de luz».
La entidad atendió ese año a 10.995 personas en la Isla, un 16,6 % más que el año anterior, por lo que se trabajó «al límite de nuestras posibilidades», reconoció. «Ya no atendemos emergencias, sino situaciones cronificadas», añadió.
A nivel de Balears, la realidad es la misma, pues la proporción de hogares de las Islas afectados por situaciones de vulnerabilidad o exclusión social es del 69,4%, frente al 63,1 % de los hogares de España. Así se desprende del avance de resultados de exclusión social en las Islas, de la Fundación Foessa, presentado por el secretario general de Càritas, Joan Francesc Planes.
Según este trabajo, en términos de población este empeoramiento se manifiesta con más claridad: siete de cada diez personas no están plenamente integradas en las Islas, un 69,3 %, ante la media estatal del 65,7 %. De ellas, un 27,5 % están en exclusión social (306.000 personas o 115.000 hogares), 2,4 puntos por encima de la media de la población de España. Y 131.000 personas se encuentran en exclusión severa (cerca de 41.000 hogares).
La red familiar sigue siendo el dique de contención al avance aún mayor de esa fractura y esa es una posible explicación de un dato positivo, según el cual estamos por debajo de la media en cuanto a conflictividad social incluso en la exclusión severa.
Estos datos demoledores no sorprenden a los responsables de Càritas. Ante las afirmaciones de responsables políticos de que estamos saliendo de la crisis o de las noticias de la temporada turística récord que hubo el año pasado, Riutort es categórica al afirmar que «creemos muy poco todavía en la recuperación» y que esa riqueza creada «se habrá quedado en las empresas» porque «el año pasado no se crearon puestos de trabajo en Mallorca».
La principales demandas recibidas han sido para alimentación y productos de higiene y limpieza, seguido del capítulo de vivienda y gastos sanitarios.
Càritas advierte de que la desigualdad ha alcanzado máximos históricos en Mallorca
Mónica González | Palma |