Los dos votos particulares que abogan por la incompatibilidad de Bauzá están firmados por los magistrados Pablo Delfont y Gabriel Fiol. El del primero es especialmente contundente contra la sentencia. Afirma que la mayoría abandona «deliberadamente» el criterio jurídico seguido en el caso de Aina Salom y llega a segurar que «es inadmisible que por completo que el Tribunal deje de aplicar la ley». Con esto último se refiere al criterio de la Sala de que «no puede ser que un farmacéutico no pueda ser president del Govern». En términos duros añade, «no caben atajos» y plantea que sus compañero deberían haber acudido a plantear una cuestión al Constitucional y no declarar la compatibilidad de Bauzá. «Da lo mismo si el Tribunal no comparte la decisión de ley sobre si era imprescindible semejante prohibición general» y zanja: «Pero el Tribunal no legisla».
Los dos votos particulares comparten parte de sus argumentos. Ambos consideran que Bauzá mantiene el control de la farmacia como empresario y que el sustituto es un mero empleado. «Conserva un poder absoluto en las decisiones trascendentes de la misma, es decir, en las decisiones de negocio o empresariales», aseguran. Por tanto, consideran que sí existe una vulneración de la norma de compatibilidades.