El presidente de Canarias, Paulino Rivero -que mañana se entrevista en Palma con José Ramón Bauzá- advirtió ayer que «no quiero ni pensar que haya presiones para que el resultado de la tramitación ambiental de las prospecciones en Canarias sea distinto al de Balears, precisamente fruto de esas presiones».
Rivero, de Coalición Canaria, se refería a la movilización que, dijo, hay en Balears en contra de las prospecciones. Pese a su advertencia, que iba dirigida al ministro Soria, Rivero elogió que Bauzá defendiera «los intereses de las Islas», antes que los del PP. También puso de manifiesto que en Balears «hay un empresariado con una voz unánime en contra de las prospecciones y un PP que antepone los intereses de las Islas a las consignas de partido, todo lo contrario que pasa en Canarias con gran parte del PP, no con todo».
Frente común
La de Rivero no fue la única voz que se dejó oír. También la consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, se refirió a la polémica y afirmó que sería «un escándalo» que no se autoricen las prospecciones en Balears y sí en Canarias porque no gobierna el PP. Luengo incidió en que en este tema no se está hablando de partidos «sino de políticas y de quién son los damnificados», por lo que subrayó que «no se puede tolerar que eso se produjera». Y añadió: «Balears es preciosa, tiene turismo, y se oponen a las prospecciones pero en Canarias que es más bonita que Balears o tan bonita como Balears, no puede el PP endilgarnos el petróleo, de ninguna de las maneras».
Por otro lado, tanto Més como el PSIB insistieron ayer en la necesidad de que se constituya un «frente común». No hay fecha para la reunión de Bauzá con Soraya Sáenz de Santamaría.