La Gerència d'Urbanisme aprobó ayer la demolición subsidiaria de las obras iniciadas, y actualmente paralizadas, del Decathlon que se iba a construir cerca de la pista del aeropuerto de Son Sant Joan.
El teniente de alcalde d'Urbanisme, Jesús Valls, explicó que los propietarios no han acometido la orden de demolición, por lo que Cort actuará de forma subisidiaria; costará 42.771 euros.
Seguridad
Valls recordó que el proyecto aprobado durante la legislatura de Catalina Cirer (2003-2007) fue modificado. Inicialmente, estaba previsto construir seis locales comerciales y 47 aparcamientos; la licencia era 45 % comercial y 55 % deportiva. Sin embargo, durante el mandato de Aina Calvo (2007-2011) se concedió una modificación de la licencia, que suponía el cambio a un local comercial y 329 aparcamientos; el promotor tenía previsto construir un centro Decathlon.
El titular d'Urbanisme destacó que las obras se iniciaron, pero la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) impugnó la licencia alegando inseguridad para el aterrizaje de los aviones; las obras se paralizaron. Además, se puso de manifiesto que carecían del informe de servidumbre aeronáutica.
El Ajuntament de Palma declaró que el otorgamiento de las licencias era lesivo para el interés público y se tenía que proceder a la demolición de las obras ejecutadas.
Valls añadió que la promotora presentó una demanda de responsabilidad patrimonial contra el Consistorio palmesano, al que reclama 12 millones de euros por la paralización de las obras. Esto se encuentra subjudice, pero al declarar el Ajuntament que el otorgamiento de las licencias era lesivo para el interés público, se tenía que preceder a su demolición.
Por tanto, la Gerència d'Urbanisme aprobó ayer a encargar a Contratas Bartolomé Ramon S.A. la demolición y retirada de los pilares construidos. Posteriormente, Cort reclamará el coste del derribo a los promotores.