El Govern ha reconocido este martes que la Tarjeta Básica para familias vulnerables correspondiente a 2013 se entregó con retraso, y que por eso, han cambiado «el formato» y se ha pasado a regular mediante decreto en vez de por subvención, tal como se acordó en el Consell de Govern de 16 de mayo de este año.
La consellera de Familia y Servicios Sociales, Sandra Fernández, ha explicado durante su comparecencia en la sesión plenaria del Parlament que a pesar del retraso derivado de la manera en que se tramitaba, «se gastó todo su presupuesto».
Durante su intervención con motivo de la iniciativa del PSIB para rendir cuentas sobre el mantenimiento de la calidad de los servicios sociales, Fernández ha explicado que cree que esto se está cumpliendo, talo como se acordó en el Parlament que tenía que ocurrir en febrero de 2013.
Aun así, ha avanzado que «no están de brazos cruzados» y que «trabajan para mejorar la gestión día a día para llegar a más ciudadanos» ya que aun así queda «mucho camino por hacer» con «el apoyo de entidades y del resto del Ejecutivo autonómico».
De esta manera, ha dicho que el Govern «mantiene el contacto con las entidades» y que cualquier acuerdo se hace con su consenso, como ha ocurrido, según ha dicho, con la modificación de la Ley de Servicios Sociales que permitirá la concertación de estos para «dar estabilidad a los que tienen arraigo».
PSIB: «DOS MESES DE ESPERA»
Por su parte, la diputada del PSIB Conxa Obrador ha lamentado que a pesar de lo que dice el Ejecutivo autonómico «no se están mejorando» los servicios sociales ya que, según ha puesto como ejemplo, «una persona con necesidades que va a un Ayuntamiento tiene que esperar dos meses» para ser atendida.
En esta línea, ha dicho que el Govern del PP «no está gestionando con transparencia ni se está adaptando a las circunstancias de la demanda» y que, además, «no es suficiente el presupuesto destinado para atender a las personas más necesitadas».