El PSIB-PSOE ha pedido al alcalde de Palma, Mateo Isern, que retire la ordenanza cívica ante las más de 2.000 a alegaciones presentadas, ya que considera que el texto definitivo que se ha presentado hoy «no soluciona los problemas de los barrios de Palma» y supone la derogación de la normativa del «botellón».
En opinión del grupo municipal PSIB-PSOE es «una buena noticia la gran participación de entidades y ciudadanos en la presentación de alegaciones» al proyecto de ordenanza cívica de Palma.
Un participación que merece, según explican en una nota los socialistas, «una reflexión y mayor consenso por parte del gobierno municipal en relación a una polémica normativa que, en vez de fomentar la convivencia, persigue toda actividad en la calle y marginaliza todavía más a los colectivos más vulnerables».
Después de una primera lectura del informe de las alegaciones y de los cambios introducidos en la ordenanza, el PSIB considera que «el proyecto que hay encima la mesa no soluciona ninguno de los problemas de convivencia o de civismo que hay en los barrios de Palma».
El texto pretende alcanzar muchos ámbitos ya recogidos a otras ordenanzas municipales que, en este momento, el Ayuntamiento no es capaz de hacer cumplir, insiste el PSIB.
Para los socialistas resulta paradójico que la única ordenanza que había cumplido su función, la del uso cívico del espacio público, conocida como la del botellón quedará derogada con la entrada en vigor de la ordenanza cívica (disposición derogatoria primera), a pesar de que esta no habla del fenómeno.
Hay que tener en cuenta que la ordenanza del botellón aprobada en febrero de 2011, durante la pasada legislatura, cumplió su primer objetivo de acabar con este hecho en el Paseo Marítimo, precisa el PSIB.
El proyecto actual, para el PSIB, es todavía una ordenanza de «carácter antisocial porque acentúa la marginalidad de los colectivos más débiles: las prostitutas, a las que quiere hacer invisibles, y a todas aquellas personas que están en situación de exclusión social, muchas de las cuales se tienen que buscar la vida en la calle».