El Govern ha decidido dejar aparcado el polémico Decreto de Símbolos, que endurecía los términos de la propia ley, y no lo llevará al Consell de Govern para su aprobación definitiva. La decisión, que se venía sopesando desde hace meses, se ha tomado finalmente ante la evidencia de que la ley se está cumpliendo «con normalidad», según el vicepresident, Antonio Gómez, por lo que no hace falta ninguna regulación añadida específica que pueda generar más problemas.
La decisión del Govern calma además los ánimos con algunos ayuntamientos, que estaban molestos con el Ejecutivo por la aprobación de un decreto más restrictivo con la ley. La ‘congelación' de este polémico documento servirá para no abrir nuevos frentes de tensión con el sector educativo pero, sobre todo, con los ayuntamientos. La ley permitía que los municipios declararan símbolos propios de interés local, por ejemplo la bandera cuatribarrada, pero el decreto puntualizaba que, para que estos símbolos pudieran usarse en edificios del Govern, se requería la autorización previa del Govern.
La justificación
El vicepresident del Govern, Antonio Gómez, explicó que el Ejecutivo nunca ha tenido la voluntad de cercenar la autonomías municipal, como aseguraban alcaldes gobernados por el PI o por los partidos de izquierdas. Al contrario, consideró que el hecho de que algunos municipios utilizaran la ley de manera incorrecta podría interpretarse como un «fraude de ley».
Pese a ello, Gómez insistió que, desde la entrada en vigor de la Llei de Símbols, se ha estado aplicando con normalidad. «La experiencia de la aplicación de la ley nos aconseja esperar y no aprobar ahora el decreto», aseguró el vicepresident. El documento queda, por tanto, congelado a la espera de ver «el recorrido de la ley», en palabras de Gómez.
Hace meses que el Govern venía estudiando la posibilidad de dejar el decreto en el cajón a la vista de que los centros educativos cumplieron el mandato de la ley sin problemas.
Sin problemas
Todos los que tenían lazos colgados de las fachadas los retiraron sin problemas, incluido el IES Marratxí, uno de los más combativos en defensa de la lengua catalana. Los responsables del centro descolgaron el lazo gigantesco que colgaba de la fachada y repartieron trozos entre los profesores y alumnos. El borrador de decreto se redactó por la vía de urgencia no tanto para combatir posibles insumisiones entre los docentes, que cumplieron la ley, sino ante la evidencia de que los ayuntamientos comenzaron a decretar la cuatribarrada como símbolo oficial. Los alcaldes de la oposición llegaron a provocar una reunión extraordinaria de la Federacio d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) y acordaron presentar alegaciones al documento.
Entre las objeciones de los alcaldes se incluía una advertencia sobre la posible irregularidad del documento, ya que podía vulnerar la autonomía municipal. Miembros del Consell Consultiu también habían alertado de esta posibilidad, pero el texto no ha llegado de manera oficial al órgano asesor del Govern.