Las 33 cofradías que el Jueves Santo partieron de la Plaça del Hospital de Palma procesionaron durante cinco horas hasta que, pasadas las dos de la madrugada, llegaron a la Seu. Durante el camino, miles de personas esperaron en la calle para ver los pasos, en especial del del Crist de la Sang.
Asimismo, Nuestra Señora de la Esperanza fue una de las imágenes más aplaudidas durante el trayecto en el que los más de 4.000 penintentes recorrieron las calles de Ciutat.
Al igual que el año pasado, el obispo de Mallorca, Javier Salinas, asistió a la procesión del Dijous Sant.