El expresident de la Generalitat de Catalanya Jordi Pujol participó ayer en Palma en un coloquio sobre ‘El futuro de Balears y Valencia ante el proceso soberanista de Catalunya', organizado por la Fundació Emili Darder y el Ateneu Pere Mascaró, junto con el exvicepresident del Govern Pere Sampol y el expresident del Bloc Nacionalista Valencia Pere Mayor.
—¿Qué opinión le merece la reciente sentencia del Constitucional sobre el acuerdo soberanista del Parlament?
—El Constitucional está condicionado por los partidos estatales y ahora se han dado cuenta de que lo que desequilibró las relaciones entre Catalunya y España fue tanto la sentencia del Estatut como las formas en las que se produjo. Nunca había sido independentista, pero aquel fallo me decidió, pretende convertir nuestro autogobierno en algo residual. Ahora se trata de corregir ese error, pero yo ya no creo en el Constitucional, aunque trata de ser algo más sutil. He dejado de creer en aquello que defendí durante más de 70 años.
—Se habla de un choque de trenes entre Madrid y Barcelona, ¿se puede evitar la colisión?
—No lo sé. Hay una manifiesta incapacidad de entendimiento y no veo posible que no llegue el choque. España no para. Mire, para Catalunya el dinero es importante, pero también lo es la lengua y la cultura. Quizá más.
—¿Una reforma de la Constitución es la solución?
—Hace tiempo que tendría que haberse hecho, pero desde Madrid siempre se ha mantenido una lectura regresiva, incluso por parte del PSOE. Le recuerdo que en 2010, con Zapatero como presidente, Convergència i Unió evitó el rescate de España. Nosotros siempre hemos cumplido, el PSOE no.
—¿Habrá referéndum en noviembre?
—Dos terceras partes del Parlament piden que Catalunya se exprese de manera democrática, pacífica y pulcra, como lo define el president Mas.
—¿Cómo debería contemplar Balears este proceso? ¿Con recelo? ¿Saldrá beneficiada?
—No pedimos que Balears se implique, sólo pedimos que defienda su lengua y cultura que es la misma que la nuestra, pero ya le digo que una lengua sin escuela y sin medios de comunicación propios lo tiene difícil. En el terreno económico podemos ayudar, en el político tienen que decidir los ciudadanos de las Islas.
—¿Qué impacto ha tenido en la familia la imputación de su hijo Oriol?
—Yo confío en mi hijo.