El exgerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM) Óscar Collado declaró ayer, tras conformarse con la pena de 3 años y 3 meses de cárcel solicitada por la Fiscalía Anticorrupción, que había aceptado los hechos «para salvar el honor» de su mujer y de su familia.
«Estos cinco años han sido un auténtico calvario, una pena de telediario», dijo Collado a los medios de comunicación.
A la vista de la conformidad del principal acusado en el ‘caso Funeraria', la Sección Segunda de la Audiencia de Palma dejó la causa vista para sentencia.
El fiscal Juan Carrau entregó un nuevo escrito de acusación, modificado, con las penas pactadas y el importe de la indemnización que Collado y su esposa, Francisca Moll, deberán abonar a la EFM por los perjuicios causados, un total de 250.000 euros, de los cuales, 20.000 los ha aportado Francisca Moll n concepto de responsabilidad civil.
A Esteban Serret y Juan Perelló, proveedores de la Funeraria, se les ha retirado la acusación, al igual que a la mujer de Óscar Collado. Según el fiscal, el exgerente de la Funeraria buscó el «enriquecimiento personal a costa de los fondos de la empresa municipal».
«Presentó facturas inveraces por servicios inexistentes, o facturas fraudulentamente adulteradas para incrementar su importe y se apoderó de diversas cantidades que los particulares le entregaban», señala el fiscal anticorrupción en su escrito.