Con el Miércoles de Ceniza se inició ayer para los creyentes católicos el ciclo del tiempo de la Cuaresma. Por ello, en la Seu y numerosas parroquias de Palma hubo imposición de la ceniza y, en Sant Francesc, a todos los alumnos.
Según explicó el franciscano Bartomeu Pont i Parera, «la ceniza es símbolo de conversión. Por eso, al imponer la ceniza, al inicio de la Cuaresma, la fórmula más usada es: Conviértete y cree en el Evangelio».
En la Basílica de Sant Francesc a partir de las diez de la mañana empezó la imposición de la ceniza a los alumnos por cursos. Antes de recibirla, el director, fray Bartomeu Pont explicó que «faltan 40 días de preparación para la Pascua, que es la fiesta más importante de los cristianos. Para ello cabe prepararse interiormente y evitar el rencor, la envidia, y ser tolerantes, comprensivos y ser un poco mejor. A continuación se rezó el Padrenuestro y se impuso la ceniza.
En la Catedral de Palma el obispo de Mallorca, Javier Salinas, presidió la misa del Miércoles de Ceniza. Tras la homilía recibió la ceniza; la impuso a los canónigos y a los fieles. En la parroquia de Sant Nicolau, el rector, Felip Guasp, también impuso ceniza, como señal de preparación anticipo para la fiesta de la Pascua de Resurrección.