Tres semanas después de que comenzaran las protestas estudiantiles en Venezuela, con un saldo de nueve muertos y más de un centenar de heridos, unos 200 venezolanos residentes en Mallorca exigieron ayer en Palma paz y libertad para sus conciudadanos.
Con el apoyo de algunos miembros de la comunidad colombiana y alemana, manifestaron su absoluto rechazo a la represión que ejerce el Gobierno de Nicolás Maduro.
La portavoz de la comunidad venezolana en Palma, Fernanda Oliveros, destacó que el objetivo de la protesta es «romper el bloqueo informativo al que está siendo sometida la población civil, en los medios de comunicación e internet para ocultar la violencia de los militares». Oliveros constató que en su lugar de origen, Puerto Ordaz, los soldados «han entrado en las zonas residenciales privadas en busca de estudiantes y opositores».