La dirección de Coca-Cola Iberian Partners, el embotellador único en España, y los sindicatos agotaron ayer el plazo de negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sin ningún tipo de acuerdo. La empresa anunció que decidirá, dentro del plazo legal establecido de 15 días, la forma con la que aplicará el expediente, sin tener que mantener unas condiciones que estaban supeditadas a alcanzar un acuerdo con los representantes de los trabajadores.
El plan contempla el cierre de la planta de Palma y otras tres de la Península y afecta a más de 1.000 trabajadores. La última propuesta de la empresa contemplaba 481 recolocaciones con una ayuda lineal de 15.000 euros más 500 euros al mes durante dos años, 525 prejubilaciones a partir de 56 años con el 80 % del salario neto, y 184 bajas voluntarias incentivadas con 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades más 10.000 euros lineales.
Desde UGT solicitaron ayer a Coca-Cola Iberian Partners que cambie su hoja ruta en los próximos quince días para cambiar su postura respecto al ERE y frenar lo que considera una «odisea del despropósito empresarial». También CCOO confía en que el embotellador tome la decisión «acertada».
Mientras, las movilizaciones de los trabajadores no cesan. Los empleados de la planta de Palma acordaron ayer por la tarde continuar con la huelga indefinida iniciada el 10 de febrero.