Una semana después del incidente que protagonizaron miembros de un grupo proabortista en el interior de la iglesia de Sant Miquel de Palma, la parroquia celebró ayer domingo, con una cierta normalidad, la misa de las doce del mediodía. Al final de la celebración religiosa se pidió ayuda a los feligreses que presenciaron los hechos para testificar ante la Justicia.
Poco antes se dio lectura a una nota del obispo de Mallorca, Javier Salinas, para recodar que la Diócesis considera la irrupción de los proabortistas una vulneración del derecho a la libertad de culto, razón por la que el pasado viernes 14 se interpuso una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía.
Homilía
Asimismo, la entrada de los proabortistas Antipatriarcals Mallorca tuvo también respuesta en la homilía del sacerdote jesuita Norberto Alcover, quien destacó: «Que nadie venga a esta casa a ver al Señor sin ver también a la madre». Una homilía muy vital en la que Alcover apuntó: «La sabiduría del Evangelio no es la sabiduría de la sociedad».
Entre los feligreses, algunos comentaban el incidente protagonizado por los proabortistas el pasado domingo en la misa de mediodía. «Es una falta de respeto», dijo ayer una señora, quien a su vez mostró su desacuerdo con el anteproyecto de ley del aborto impulsado por el Gobierno de España: «Yo no quiero esta ley del aborto, pero así no se hacen las cosas», concluyó.
«Este país es una constante falta de respeto. Las mujeres y los niños no somos botín de guerra», decía una salmantina espectadora del «bochornoso» espectáculo que «entre unos y otros están montando».
Por último, el rector de la parroquia, Antoni Gómez Serra, no quiso hacer comentarios sobre lo ocurrido «por respeto al canciller de la Diócesis, José Adrover, quien lleva el asunto».