No menos de 1.400 personas y no más de 2.000 –según la media de diferentes estimaciones, incluidas la de las organizaciones convocantes– salieron ayer a la calle en Palma para rechazar el anteproyecto de ley del aborto y denunciar la «sumisión» del Gobierno a la Iglesia y a los grupos de ultraderecha.
La manifestación iba encabezada con una pancarta con el lema histórico de las primeras manifestaciones a favor del aborto, cuando todavía no estaba permitido, ‘Nosotras parimos, nosotras decidimos', y durante la misma se corearon lemas que también parecían de los primeros tiempos de lucha. De hecho, la manifestación de ayer, en la que los representantes políticos se quedaron en un segundo palo y se confundieron entre la concurrencia sin apenas banderas partidistas, tuvo mucho de mosaico entre dos épocas.
Dos activistas del feminismo en Balears como Leonor Taboada y Jimena Jiménez, explicaron que estaban repitiendo lemas y eslóganes que ya parecían superados.
Junto a feministas ‘históricas', hubo una abundante representación del ‘neofeminismo' y de grupos favorables a la acción directa, como Antipatriarcals de Mallorca.
Aviso a Gallardón
La manifestación se inició sobre las 18.45 horas de la estación intermodal de la Plaça d'Espanya –hasta donde han llegado trenes con asistentes al acto de la Part Forana– y concluyó una hora después en el Born, en las inmediaciones de la Delegación del Gobierno donde se leyó el manifiesto de la Plataforma en defensa del dret a l'avortament, cuya pancarta guió el recorrido.
A lo largo del trayecto se corearon diversos lemas. Desde el clásico ‘aborto libre y gratuito' a ‘Visca, visca, visca la lluita feminista'. Un grupo de mujeres iban disfrazadas de monjas embarazadas y algunos hombres vestidos de negro llevaban un máscara que representaba al ministro Gallardón.
«Esperemos que esta protesta en la calle haga reflexionar al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que decía que ningún grito le iba a hacer volver atrás», aseguró Nina Parrón, de ADIBS, una de las convocantes.
Líderes políticos y sindicales, sin ningún protagonismo, se sumaron a las reivindicaciones. Se dejaron ver, entre más cargos, las dos candidatas a las primarias del PSIB, Francina Armengol y Aina Calvo; el candidato a las primarias de IU y dirigentes de Més como Fina Santiago. Las organizaciones antiabortistas les criticaron por haber participado.