La portavoz del Ejecutivo balear, Núria Riera, aseguró ayer que «desde el primer momento» el Govern ha defendido la continuidad de la planta embotelladora de Coca-Cola en Mallorca y que el president Bauzá ha hecho gestiones en este sentido. «Estamos del lado de los trabajadores», dijo Riera en dos ocasiones al ser preguntada por este asunto después de la reunión semanal del Consell de Govern.
Riera aseguró que «no se entiende» la decisión de cerrar la planta cuando no hay razones económicas que lo justifiquen. Tanto el PSIB como Més reclamaron ayer al Ejecutivo que se implique directamente en el conflicto. Més solicitó una comparecencia del conseller de Economia, Joaquín García, quien ya ha trasladado a Coca-Cola Iberian Partners que no cierre la planta de Palma. Además, la próxima semana tiene previsto reunirse con los trabajadores, según informó ayer el secretario general de UGT en Balears, Manuel Pelarda.
Los trabajadores ya han comenzado las movilizaciones de protesta contra el plan de la empresa. Ayer celebraron una asamblea y acto seguido llevaron a cabo la primera protesta, a las puertas de la fábrica.
El secretario del comité de empresa y miembro de la mesa negociadora en Madrid, Joan Josep Bustins, explicó que en Balears quedan afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) 90 de los 200 empleados de fábrica, administración y logística. Indicó que se verán afectados trabajadores de Menorca y Eivissa, aunque desconocen el número.
Movilizaciones
En la reunión de ayer se acordó sumarse al calendario de movilizaciones de los trabajadores de todas las plantas de Coca Cola en España. Están llamados a secundar paros parciales durante cuatro días en febrero y los paros totales fijados para dos días de la segunda mitad del mismo mes.
El próximo martes empiezan en Madrid las reuniones entre la empresa y los representantes de los trabajadores para negociar el ERE.