Coca-Cola cerrará su planta embotelladora de Palma. La empresa Coca-Cola Iberian Partners, resultante de la integración de las siete empresas embotelladoras en España, comunicó ayer a los sindicatos su plan de reestructuración. En una reunión mantenida en Madrid presentó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a un total de 1.250 trabajadores y anunció el cierre de cuatro de sus once plantas en España. Además de la de Palma, cerrará las de Fuenlabrada (Madrid), Alicante y Colloto (Asturias).
La multinacional, que cuenta con una plantilla en España de 4.200 trabajadores, informó a los sindicatos en el inicio de las consultas del ERE la intención de despedir a 750 personas, mientras que 500 serán recolocadas en otras plantas.
La medida afecta en Palma a los empleados de la línea de producción, unos 70 operarios, según fuentes empresariales, pero no a los trabajadores de los departamentos de logística y comercialización, que seguirán desarrollando su labor en la Isla. Según CCOO, la medida podría afectar a 200 trabajadores, contando los fijos disconuos.
Negociación
De todos modos, la próxima semana se iniciarán las negociaciones con los representantes de los trabajadores y desde Iberian Partners indicaron que «se tendrán en cuenta la particularidad de los empleados de Mallorca». Además de la recolocación interna, se plantearán otras «soluciones» como medidas voluntarias que se establezcan, como la prejubilación. Los sindicatos ya comunicaron ayer que llevarán a cabo paros puntuales y movilizaciones para llegar a un acuerdo con la compañía que «no pase por el despido de trabajadores ni por el cierre de ninguna planta».
Coca-Cola Iberian Partners subrayó que la nueva organización corporativa está orientada a «eliminar duplicidades e ineficiencias y unificar criterios» en las actividades y procedimientos que se realizan en el grupo. El ámbito productivo se estructurará con arreglo a un nuevo mapa circular, racionalizando así las plantas del Norte de España y de la zona de Levante y Balears. Fuentes de la empresa explicaron que el cierre de la planta de Palma «no afectará ni al servicio de la compañía en la Isla ni a los precios».